Vigo & Sevilla, las dos caras de Berizzo en LaLiga Santander

El aterrizaje de Eduardo Berizzo en el Athletic Club de Bilbao llega acompañado con las maletas de la ilusión. Por doble motivo, por un lado los athleticzales quieren dejar atrás el suplicio que ha sido la última campaña, que le ha costado no cumplir su contrato a Cuco ziganda, y, por otro, debido a que el técnico de Cruz Alta tiene reminiscencias de un Marcelo Bielsa que hizo enloquecer a San Mamés con su fútbol eléctrico y sin complejos.

Así, hemos pedido a dos compañeros periodistas de ElDesmarque Bizkaia, que han podido seguir de cerca su trabajo, que nos hablen de su experiencia y del recuerdo que ha dejado en los dos clubes de LaLiga Santander española en los que ha estado previamente: el Celta de Vigo, donde triunfó, como nos cuenta Alberto Bravo, y el Sevilla, donde aparte de enfermar gravemente no caló y fue cesado, como explica Basilio García.

Dos caras totalmente opuestas que sin embargo deben permitir hacernos una idea de por donde va el estilo, la ejecutoria y las estrategias del técnico argentino y su amplio staff técnico. En breve Lezama será su laboratorio de ensayos. Esperemos que acierte con la mezcla y revitalice, como hizo 'el Loco' en 2011, un equipo muy tocado anímica y futbolísticamente.

Berizzo en Vigo
Berizzo es capaz de contagiar a la hinchada, a los jugadores y a los dirigentes del club donde esté, es una de sus virtudes. El de Cruz Alta puede convencer al más reacio a creer que todo es posible, que los títulos pueden llegar, en el Celta estuvo muy cerca de lograrlo con tres semifinales en tres temporadas, algo inaudito en la historia del conjunto vigués.

Su discurso se apoya en su trabajo, no sólo es un motivador, su ideario futbolístico difiere de la norma común, su presión alta, su ritmo extenuante y su marcaje al hombre seguro que van a gustar en la parroquia bilbaína. Al 'Toto' le gusta que sus equipos empiecen las temporadas con una marcha más que el resto, esto se traduce en unas pretemporadas muy duras donde el trabajo físico llega a ser agotador.

El resultado de esta idea es que su equipo llegará con un plus al comienzo del curso, lo que en agosto y septiembre se traduce en victorias que llenan de confianza a los jugadores. Con un buen inicio en forma de resultados es más sencillo que sus pupilos crean en su idea.

Lo que es seguro es que será capaz de recobrar la ilusión con un discurso realista pero siempre ambicioso y basado en el trabajo, en contra tendrá su poca apetencia por la cantera, algo que deberá modificar si quiere estar más de una temporada en el Athletic Club.

Mi apuesta es que este curso la clasificación para la Europa League es más que posible y que la afición disfrutará de un juego vistoso, lleno de ritmo y de un entrenador siempre educado y elocuente en sus palabras.

Berizzo en Sevilla
El Sevilla FC destituyó a Eduardo Berizzo antes de Navidad. Los que no vivían de cerca la actualidad del club no lo entendían, y más aún al producirse justo después de ser operado del cáncer testicular que le tuvo algunas semanas apartado de su trabajo. Sin embargo, era algo que se venía cocinando en Nervión desde hacía semanas, pues el argentino no convencía.

Para comenzar, la negociación entre Berizzo y el club fue muy larga y tensa. Durante semanas se estuvo tratando con él su incorporación.  Aunque la idea era una continuidad del estilo de Sampaoli, nunca lo pareció a tenor de lo que hizo el equipo en el césped. Iba sacando resultados, pero sufrió mucho para entrar en la fase de grupos de la Liga de Campeones ante el, a priori, asequible Istanbul Basaksehir.

La clave es que, aunque ganaba partidos, el equipo no tenía un patrón de juego definido y se debía sobre todo a destellos individuales. Hasta que el equipo no perdió en Bilbao fueron más o menos tapándose esos defectos, pero a partir de ahí sufrió las goleadas casi seguidas ante el Spartak de Moscú, el Valencia y el Real Madrid, dando una imagen muy mala, sobre todo en los últimos dos partidos.

Especialmente criticadas fueron sus rotaciones

Prácticamente cambiaba hasta nueve hombres por partido, incluido los porteros, por lo que fue casi imposible crear una columna vertebral. Además, se empecinó en jugar con Gaby Mercado de lateral, cuando sus mejores momentos en el Sevilla siempre han sido como central.  Por último apenas sacó partido a los fichajes, y hombres como Nolito o Pizarro, pedidos por él, apenas han dado rendimiento.