Aduriz, el Zorro; Aduriz, el rey
Tengo para mí que, tras ser nominado para ocupar el banquillo del Athletic Club, Gaizka Garitano se reunió en un lugar ignoto para hablar con los dos 'viejos' que ya se habían visto en una situación tan agónica como la que dejó el 'Toto' Berizzo antes de despedirse del Athletic: 'Mané' y 'Ondarru'. Y del consejo del 'Senado', lo que todo el mundo pudo ver desde el alfa del partido hasta el bordón final.
Una obra teatral con tintes griegos de Sófocles en la que había dos bandos representados por un equipo local y un portero que nos vino de visita luego de haber habitado la 'Catedral' diez largos años. Y resultó que el mister que dirigía la primera 'obra' del Athletic en esta temporada que tan agarrotad@s nos tiene lo tenía muy claro...
Había que llegar, al área rival, y se llegó. Había que llegar mucho. Y se llegó hasta en demasía. Había que centrar desde ambas bandas, con un diestro en la derecha y un zurdo en la izquierda, y se centró. Se centró como con avaricia.
Había, en una tercera fase, que rematar, rematar mucho y bien, incluso con malicia. Y se remató como en una suerte de entrenamiento con oposición pasiva, porque los leones llegaban al momento decisivo luego de recorrer el rectángulo 'volteando muñecos de un amarillo espantoso'. Llegar, llegar mucho; rematar, rematar mucho...
Lo que San Mamés no presumía era que, luego de un ataque tan abusivo de un equipo que estaba en 'cuadro', así en la clasificación como en el flanco izquierdo de la zaga, el remate, los remates -esa orgía de disparos y testarazos- se encontrarían con la oposición de las manos de un arquero que, tal vez, quizás, acaso, cuajó, en la que había sido su casa durante dos lustros, el mejor partido de su larga vida' 'disfrazado' de 'portero de noche' que cuida la 'viña' desde la reserva de las tierras de Girona.
Recuerdo que, en su etapa de rojiblanco, y mientras negociaba de largo otro contrato más para su causa, la lío parda a domicilio. Tan grave fue la cosa, que el 'eterno' Iragorri, al que escuchaba en la 'Popu' mientras veía el partido por la tele, se vio obligado a exclamar con un enfado de mil demonios: "¿Cuánto pides, Gorka... cuánto pides?"...
Y es que el bueno de 'Hoss' quería al Athletic sin medida, y le dolía cuando entendía que uno de los suyos perjudicaba seriamente la 'salud' de los leones...
PARECÍA CONSUMARSE LA TRAGEDIA CUANDO...
A punto del final del partido, uno, tumbado en cama de hotel, pero con luz crítica como de hospital, tenía ya en mente el titular que le habría de dar a la 'contra' de la 'crónica' oficial de mi compañero. Esta vez no quería verme condicionado por su inmenso poder a la hora de condensar en 'ocho palabras y una coma' la suerte de todo un partido. Incluso, dado que lo del portero del Girona lo habíamos comentado, y hasta compartido, durante el angustioso descanso, él ya sabía de mis 'tiros' y por donde habrían de ir los 'disparos' verbales...
Cuando Aduriz se disponía a arrancar en carrera corta para atacar el balón colocado sobre el punto 'fatídico' [no pierdan de vista el adjetivo, que se las trae], con Muniain arrodillado y de espaldas al cierre del telón del teatro griego en que se había convertido la Catedral, las pestañas de mis ojos con querencia a ser persianas hacia abajo ["hay personas que ven, pero no miran", decía José Saramago, o, podría ser, que mirar, miraba, pero sin llegar a ver sino a través de una cortina de agua hecha de sueños]... a punto de golpear el 'Zorro', mi mente se aceleró de una manera violenta obligándome a titular sin los hechos consumados: "Cría cuervos... y te sacaran los ojos"... "¿Edipo matando a Layo?"... Una de las dos. O ambas dejadas al criterio final del 'Redactor Jefe'...
Aduriz, mil veces retando a 'garimbas' a su portero amado en las porterías de Lezama, se acordó de 'Panenka' y acertó. El Athletic había vencido al más puro estilo de la tragedia. Una tragedia tergiversada en su final porque...
Si Iraizoz le hubiera atajado a Aritz su lanzamiento, se habría convertido, para la que siempre será su parroquia, en el 'cuervo que le había sacado los ojos a todos aquellos que le habían criado en Lezama'. Si hubiera adivinado por qué tipo de destino se había decantado el que pretendía darle al Athletic su segunda victoria del curso, y con ello, el anfiteatro de San Mamés en pleno llanto, Gorka Iraizoz [¿estarían pasando por su inconsciente metáforas y alegorías tan, aparentemente, fuera de 'escena, como éstas?]
Iraizoz, les decía, de haber impedido que el balón superara la raya que pisaba, habría pasado a ser, merced al influjo de la obra de Sófocles {Edipo Rey} 'Edipo matando a Layo'; 'Layo' que no era otro que 'el Athletic', 'su padre', al que tanto quiso en vida pero que, ya fuera de su casa, allí en Girona, le habían enseñado a olvidarlo.
Edipo hijo de Layo y Yocasta. Edipo "abandonado en un cerro" para que "no mate a su padre". Edipo el de "los pies hinchados". Edipo al que sólo el destino [la ausencia de Yassine Bounou 'Bono'] lo atrajo a San Mames. 'Edipo Iraizoz' a punto de matar a 'Layo Athletic', a 'Layo Padre'.
Se mascaba la tragedia en la Catedral. Ojos arrancados de sus cuencas. Athletic muerto. Hasta que Aduriz regresó del futuro para introducirse en el pasado y quitarle, por fin, ¡ya era hora!, su terrible 'Complejo' al Athletic. Lo que, a su vez, le pone en mal lugar a Sófocles... y desmorona la teoría de Sigmund Freud tras un cambio de roles...
Aduriz, de 'Zorro' a 'Rey'. 'Aduriz Edipo'...'Aduriz Rey'. Un Aritz Aduriz cuya descomunal fortaleza mental le permite soportar el horror que el parricidio y el incesto provocan en la inmensa mayoría de los mortales: con los ojos bien abiertos, recorrerá los campos de la liga ejecutando sin compasión a los porteros. Porque Aritz es ese... "niño que siente una atracción amorosa hacia sus progenitores".
Post-Scriptum: Tanta 'pasión' en un partido. Pero fue golear el 'nueve' y no mover ni un solo músculo. Tumbado. Solo. Sentía frío. Mucho frío.
Por Luis María Pérez, 'Kuitxi', exfutbolista y periodista