El 'riesgo' de marcar tan pronto

El riesgo de marcar tan pronto. El riesgo de marcar tan. El riesgo de marcar. El riesgo de. El riesgo. El. Yuri Berchiche. Arreón. Por la izquierda. La banda que mejor suena en San Mames. Música de viento. Muniain le hizo los coros. Ejerciendo de pared. Yuri, en esta ocasión, no se atolondró. Levantó la cabeza antes de centrar. Pase de la muerte. Se la puso de cine a Raúl García. Y 'Rulo' ejecutó a Riesgo sirviéndose del interior total de su pie derecho. Disparo mortal de necesidad.

Y como todo sucedió a la luz de los focos de la noche, el forense Melero no tuvo que recurrir a la autopsia para dictaminar la causa real de la muerte. No se había superado el primer minuto de partido... y el Athletic, por delante. El escenario soñado. Pero tomando en cuenta el tipo de partido que San Mames habría de presenciar, no el ideal. Ese en el que el Athletic habría de sentirse más cómodo.

Fue sacar de centro el Eibar y visualizar la parroquia un repliegue intensivo de los leones. Llamativo en grado sumo. Porque al partido le quedaba todo menos ese primer minuto. Y le sobraba un gol. Como si el partido fuera de campa o patio de colegio y el visitante le hubiera regalado al anfitrión un tanto de ventaja. Como hacen los equipos que se creen superiores. O esos otros a los que les gusta jugar al límite de la ruleta rusa.

Como frente al Barcelona durante todos los minutos. Casi al borde del área la línea de cuatro. Uno no lo terminaba de entender. Si sería un recurso para acomodarse en el campo o una apuesta de Garitano en toda regla. Una improvisación hasta que bajaran los grados del calentón del gol o un plan diseñado desgastando entre semana tiza en la pizarra.

El paso de los minutos nos convenció de lo segundo. Y a uno le empezó a invadir la angustia que se deriva del convencimiento de que Gaizka Garitano estaba ordenando a los suyos que ¡Defensa a muerte: venceremos! Una defensa a ultranza durante los 93 minutos que le quedaban de vida al partido.

Descontando gránulos cual cuentas de Rosario. Mientras por la megafonía se escuchaba el ritual vespertino de la Basílica de Begoña. El Eibar, en la Catedral. En la bancada preferencial. En su salsa. El partido, en su terreno. O sea, jugando de continuo en terreno del rival. Como a 'Mendi' le gusta. Dejar atrás tres cuartos de campo. Tener por delante el resto del terreno de juego. No era, sin embargo, mérito suyo, sino una dejación en toda regla del Athletic.

Gaizka Garitano, por premeditación o improvisación sobre la marcha, empezó a jugar con fuego. Temerario comportamiento que condenó a la parroquia a vivir con un sin por delante. Sinvivir.

Le entregó a su oponente el balón y el tiempo. Para que lo gestionara mientras el reloj 'marcaba las horas'. En cuanto al espacio, el técnico de Derio se acurrucó en un cuarto de campo, dejando el resto vacío a fin de tener grandes espacios por los que percutir al contraataque. Como si ese gol tan tempranero le hubiera forzado a Gaizka a quemar todas sus naves. A atracar la Gabarra al lado de Olabeaga. No plan B. Nosotros no escogimos marcar  tan pronto. Son cosas que suceden. Así como frente al Girona Aduriz goleó in extremis, a 'Rulo' le ha dado marcar a las primeras de cambio. Vamos por delante. Tenemos que amarrar  estos puntos tan preciosos. Pero, cómo.

Que sea el Eibar el que lleve el peso del partido. Que se canse de carga tan voluminosa. Para que, a balón recuperado, podamos salir como leones hambrientos en busca de alimento. El riesgo de poner en botas del Eibar la pelota residía en que los armeros, sin tener que romper líneas ajenas, se plantaban donde a su entrenador le gusta. Llegar cuanto antes tres cuartos. Tarea que el Athletic me ahorra con un cerrojo a ultranza. Y ya en el espacio en el que mejor nos manejamos, poner y poner balones al área. En especial, por el costado derecho. El de Peña y Orellana. Kote y Cucurella no tendrán tanto protagonismo.

El Athletic estaba encerrado al borde de su área. Se supone que para salir en contraataque tras el robo del balón. "El robobo de la jojoya". Sin balón, el Athletic la 'tocaba mejor'. Con él,  cuando había que mirar hacia adelante, la salida en busca del arco de Riesgo se convertía en una huida de jugadores dispersos. De asociaciones mínimas. De desorden evidente. De asimetría. De improvisación.

Lucha de leones con tres guerrilleros. Con dos. Con uno. Las galopadas de Ander Capa. La astucia de Muniain para ir descontando rivales, provocar faltas e intimidar al cronómetro de Melero para que, en vez de correr, volara. Y, cómo no, la endiablada velocidad de ese atleta medallero que dejó la pista de tartán para probar en el fútbol del Athletic. Tanto temer por la suerte del partido y, sin embargo...

Iago Herrerín, apenas, lo justo. Beñat Etxebarria y ese golpeo de lujo sirviéndose del empeine exterior de su bota derecha que dio con el balón en el travesaño. Un mal control de 'Muni' que le impidió fusilar a Riesgo. Williams. Kodro. 'Vicegoles' (como decía el gran Jose Mari Mujika) varios. El Athletic acumulaba méritos para irse en el marcador. Pero, ay, la falta de pericia que le mantenía al Eibar a tiro de un solo gol.

Atacaba el Eibar la portería de 'Licenciado Poza'. Cual cámara que graba cenital. El Eibar, ronda que te ronda. No goleó. El gol de 'Rulo' lo estaba defendiendo el Athletic de una manera en la que no es experto. Defendiendo al borde de su área. Dándole al Eibar el balón y el tiempo. Para que se hartara de cuero hasta el mareo por olfatear tanta grasa.

Jamás vi a un Athletic jugando en San Mamés de una manera similar a como lo hizo frente al Barcelona. ¿Sería por ese gol de 'Rulo' tan tempranero? ¿Acaso porque Gaizka le temía al Eibar como a un tornado se le teme? ¿Porque creía que dejarse querer dejaba espacios a la espalda para que 'Willi' los aprovechara?

El Athletic marcó pronto. Muy pronto. Demasiado pronto. Se echó atrás de seguido asumiendo un 'riesgo' desmedido. Que puso en peligro la ventaja. Un sinvivir desde la grada.

En rueda de prensa. En la sala donde habita el bueno de José Iragorri, tanto Mendilibar como Garitano se refirieron a un partido sin sobresaltos para los leones. Victoria justa con claras opciones para que el  Athletic se fuera en el marcador. ¿Y cómo pudo ser que tras el tanto de 'Rulo' este cronista fuera descontando minutos porque el empate del Eibar se mascaba? Distorsión en la mirada. ¿Qué, si no?

Por Luis María Pérez, 'Kuitxi', exfutbolista y periodista