Unai Simón, un ejemplo de cómo la vida puede cambiar en un instante
La vida puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Esta es una frase que todos hemos escuchado en algún momento de nuestras vidas y que Unai Simón ha comprobado últimamente. El actual portero titular del Athletic Club era un chaval corriente, de esos con un gran expediente académico, educado y con la cabeza bien amueblada. De un momento a otro pasó del anonimato a ser conocido por toda la afición rojiblanca y prácticamente todo el país, además de convertirse en uno de los mejores guardametas jóvenes de toda LaLiga Santander.
Llegó a Lezama siendo cadete y poco a poco fue subiendo por las categorías inferiores del Athletic. La gran nómina de porteros hacía pensar que resultaría complicado para él llegar al primer equipo. Iraizoz, Herrerín, Kepa y Alex Remiro se interponían en su camino hasta la titularidad con los mayores cuando estaba en el Basconia. En aquel entonces ya demostraba unas ganas de trabajar y aprender tremendas, hasta el punto de grabar sus propios partidos en Tercera división para poder fijarse en los errores que cometía y poder mejorar en esos aspectos.
Así fue como Unai Simón se ganó ser renovado como un proyecto de futuro. La dirección deportiva consideró que le vendría bien una temporada en LaLiga SmartBank y le cedió al Elche en verano de 2018. Su estancia allí no llegó a los 20 días, puesto que al 19º le sonó el teléfono. Era el Athletic, que había visto como Kepa se marchaba al Chelsea y como Herrerín se lesionaba. Restaban 12 días para el inicio liguero y el club de su vida le necesitaba para ser titular. Hizo las maletas y regresó a Bilbao para salvar al equipo en la primera jornada ante el Leganés. Jugó varios encuentros y en todos ellos rindió a buen nivel, pero cuando Herrerín estuvo disponible le tocó sentarse en el banquillo.
A sus 21 años ya había sido titular en la élite, algo que compartía con sus compañeros de piso. Vivía con Guruzeta y Nolaskoain en un piso cercano a las instalaciones de entrenamiento del Athletic. Se conocieron en la residencia que tiene el club para los jóvenes que viven lejos de Bilbao y tardaron poco en hacerse amigos. Pasó la temporada y llegó el verano en el que ganó un título. Fue en el Europeo sub21, al que se presentó con el estatus de portero titular de España, aunque un error en la primera jornada le relegó al banquillo. Aún así, conquistó el campeonato junto a su compañero Unai Núñez.
Unai Simón se presentó en la pretemporada del Athletic con la intención de convencer a Garitano y así lo hizo. Se ha convertido en uno de los pilares del conjunto bilbaíno, salvando puntos con sus determinantes paradas. Pese a ello, tiene los pies en el suelo, tal y como demostró al poco de debutar con su frase "Ahora las cosas pueden ir bien las cosas pero hay que estar preparados por si salen mal. 'Los pies en la tierra, Unai' me dice siempre un amigo".
Su nueva condición de jugador de primer nivel no le ha cambiado, sigue siendo en mismo chico trabajador, humilde y comprometido que ya era antes. Algo que comparte con Gianluigi Buffon, uno de sus ídolos. El Athletic lo tuvo en cuenta y revisó su contrato para adaptarlo al nivel que estaba mostrando. Y así fue como su vida cambió en un instante, de cedido a titular en Primera división.
