La pretemporada, pieza clave del regreso del Athletic
Este lunes hemos conocido el protocolo de una previsible vuelta del Athletic Club y los equipos de LaLiga Santander al trabajo. Se especula con el 4 de mayo para un posible inicio de un entrenamiento individual en Lezama de la plantilla de Gaizka Garitano. Repetimos, es sólo una previsión, pero si se da esa fase de pretemporada es fundamental antes de que regresen los partidos oficiales.
Una vuelta precipitada a la competición sin una óptima readaptación previa una vez finalice el confinamiento y se levanten algunas medidas de protección por la pandemia de COVID-19, podría aumentar el riesgo de lesiones en los futbolistas profesionales.
Así lo indicaron a EFE los fisioterapeutas Pepe Guillart, que trabajó en el Villarreal CF durante siete temporadas y en el Valencia CF otras dos, y Juan Ángel Ballesteros, con dieciocho años en el club de Mestalla y experiencias profesionales en el Liverpool y el fútbol chino.
Tanto Guillart como Ballesteros coinciden en que el actual trabajo casero solo tiene el efecto del mantenimiento muscular, ya que carece de muchas de las cualidades del entrenamiento diario en grupo efectuado en las instalaciones habituales de los clubes.
"Por lo que se ha visto en redes sociales, el trabajo en confinamiento es más mantenimiento que entrenamiento específico. La intensidad no es muy alta sobre todo debido a la incertidumbre sobre cuándo se reanudará la competición", dijo Guillart.
También apuntó que entiende que el trabajo de futbolistas lesionados o propensos a determinadas dolencias estarán más personalizados y que si hay una zona sensible en algún jugador, el trabajo estará dirigido en la distancia por un fisioterapeuta para no someterlo a tanta carga.
"Para el resto de jugadores, al no ser un trabajo tan exigente como es el que se hace en condiciones normales, no es tan urgente un 'fisio', ya que en ausencia de cargas de trabajo altas hay menos problemas y con estiramientos, baños fríos y calientes y automasaje es suficiente", añadió.
Sin embargo, Guillart consideró que en el caso de algunos lesionados y por tratarse de una urgencia, la fisioterapia sí que es necesaria y debe ser en este caso domiciliaria ya que si no interviene un profesional la recuperación se puede retrasar o complicar.
Un aspecto que tanto Guillart como Ballesteros consideran primordial es el del tiempo de readaptación previa que necesariamente deberán realizar los equipos antes de disputar el primer partido una vez se reanude la Liga y que deberá ser muy similar al que se lleva a cabo en una pretemporada.
"Dando por hecho que todos los jugadores han seguido el plan de trabajo y la dieta diseñados por sus clubes y que están en su peso, lo normal es diseñar un trabajo de preparación previo de dos a tres semanas. Menos de dos es imposible porque muscularmente tendría consecuencias", destacó Guillart.
En ese sentido, Ballesteros explicó que cuando se produce una lesión es "porque se le ha pedido al cuerpo más de lo que puede dar y por mucho que hayas entrenado en casa, lo que no estás acostumbrado es a hacer el gesto deportivo".
"Por eso -prosiguió-, los jugadores necesitarán un proceso de adaptación tras un tiempo con un entrenamiento que no tiene casi nada que ver con su práctica habitual".
Ballesteros consideró que si la actividad normal de un jugador de es de diez meses de competición con entre veintiún días y poco más de un mes de vacaciones, si ahora pasa más tiempo, el trabajo previo debe ser similar.
"No la llamaría 'minipretemporada'. Lo que hacen es un mantenimiento de determinadas aspectos como la resistencia o la fuerza pero sin trabajar cambios de ritmo, agilidad, velocidad o toque de balón. Eso es lo que sí se hace en el entrenamiento profesional habitual y en esa fase tiene mucha importancia", dijo.
Ballesteros recordó que al principio de las temporadas los partidos son más lentos y faltos de ritmos, por lo que el día que acabe el confinamiento habrá que darse un tiempo. "Muchos querrán que sea el menor posible, pero eso va en contra de muchas cosas y la principal es el riesgo de lesiones", agregó.
También apeló al "sentido común" respecto al plazo previo de preparación para jugar el primer partido. "Dependerá directamente del tiempo del confinamiento, pero tal y como va el parón, el mínimo debería ser de al menos tres semanas", indicó.
"Mi especialidad no es la preparación física, pero si se aplica la experiencia de haber trabajado en clubes de fútbol toda mi carrera, un tiempo más corto de preparación se pagará con lesiones o con partidos con poco rendimiento en el campo", añadió.
De hecho, consideró que la Real Sociedad quería empezar a entrenar cuanto antes en el campo "precisamente por eso, porque sus preparadores, como el de resto de equipos, saben de la importancia del trabajo colectivo diario en un terreno de juego".