Mis ojos no daban crédito a lo que vi
Ayer no quise hacer valoraciones porque bastante tenía con ir a trabajar, sabiendo de antemano que voy a una planta que no es la mía, con compañeros que no conozco, a hacer lo que me manden y que a veces no son solidarios (son los menos), con la carga psicológica que eso conlleva.
Pero hoy que libro me siento a escribir esto. Me consta que muchos de los amigos que aquí tengo han hecho las cosas bien y lo que les han mandado, tratando de no aglomerarse y saliendo solo uno, lo sé. ¡Bravo! Pero mis ojos ayer no daban crédito a lo que vi.
Familias de tres generaciones en la calle de paseo... los dos progenitores en la calle con un solo niño... Grupos de 6/8 padres con 10/12 niños que se notaba que habían quedado para tal fin... ¡Todo eso en 15 minutos de paseo con mis perras! Está visto entonces que... ¡NO HEMOS ENTENDIDO NADA!!!
Llegué a casa exhausta, rabiosa, con ganas de llorar y de mandar todo al carajo.
Porque señores la gente sigue muriendo en los hospitales por el coronavirus COVID-19 y os puedo decir, después de haber visto varias, que no es una muerte agradable.
Los sanitarios estamos exhaustos, no sabemos si nos darán nuestras vacaciones e incluso a algunos, en los que me incluyo, ya nos han quitado un periodo vacacional. Estamos cayendo como moscas y estamos bastante mermados en número.
Si ya las hemos pasado putas con el anterior pico, como haya un rebrote los que lo vais a pasar mal sois vosotros porque no hay sanitarios. Así que seguid saliendo en manada, que en el mundo natural los más débiles de la manada son dejados atrás.
Y por favor, si alguno de mis cercanos está en contra de esto y va a seguir quedando con los amigos para sacar a los niños, ¡que me borre! Se lo agradecería enormemente.