Laureano Echevarría, mito del Numancia copero de Lotina

En abril el Numancia colgaba en su cuenta de twiter que "Teledeporte, con motivo del 75 aniversario del Club, ofrecerá el partidazo de copa entre el CD Numacia y el FC Barcelona". Actos conmemorativos a, por motivos obvios, "seguir a través de la web del Club, de You Tube y de las redes sociales de Facebook y Twiter. Un completisimo programa de 14 horas".

Quién no recuerda aquel recorrido copero del Numancia de Lotina. Se cargaron a tres grandes antes de enfrentarse a un Barcelona de Cruyff que se presentó en el viejo 'Los Pajaritos'  con todas sus estrellas. Ferrer, Abelardo, Guardiola, Amor, Figo, Prosinecki, Hagi [el 'Maradona de los Carpatos']. Astros apegados a un terreno de juego pesado. Con barro. Era invierno. 'Fútbol Vintage'.

"Echevarria". Pronunciaba su nombre el comentarista. Será 'el nuestro', me pregunté. Lo verifiqué cuando, en un plano corto, vi su estampa impresionante. Alto. Fuerte. Un tronco de árbol robusto y gigante. El actual entrenador de porteros del 'Portu'. Clavaba mi mirada en el cada vez que intervenía.

Su cuerpo intimidaba. Un cuerpo como el actual pero más potente. Tremendo en cada acción. Un Goliat debajo del travesaño. Y cuando lo abandonaba, era un rayo destructor. Su melena  de Sansón estaba a punto de ser cortada por Dalila. Mejor si decimos Judith, nombre de su novia. Aquella que estaba sentada junto a él en su salón casero cuando la tele e para entrevistar al 'muro de la defensa numantina' que impidió que el Barcelona de Cruyff saliera ganador del vetusto Los Pajaritos. Tierna escena. "Tendréis que atrasar vuelta boda", le sugirieron. No recuerdo su respuesta. Estaba ensimismado con la cara de Judith, cuyo nombre fue citado. No dijo nada la mujer. Y si no habló es porque su mirada lo decía todo.

Antes, en los vestuarios, Echevarria respondía a la televisión: "El poderoso no tiene más que agacharse para recoger lo que cree suyo; un equipo humilde como el nuestro tiene que estirar sus brazos había el cielo para poder tocar la gloria". ¿Hasta cuando la fiesta, Echevarria?... "Mientras no vengan los GEOS no nos marchamos". Atendió a la prensa también Raúl Ruiz, uno de los fichajes que habría de hacer el gran Michael Robinson. Raúl se había dejado querer: "Si me llevan para la tele, encantado: me gusta esto de hablar y contar". Raúl sigue en la tele. Echevarria estiró su carrera hasta el 2001, año en el que colgó los 'guantes' en el Aurrera de Vitoria.

Antes, una trayectoria brillante. Formado en la cantera aragonesa, este hombre debutó en primera con el Real Zaragoza en la 84-85 para, luego de un periplo por varios equipos, terminar llegando a Soria en 1991. Al Numancia. Un equipo que "no es un pueblo de Soria", como decía Raúl Ruiz, "hoy hemos puesto en el mapa a esta ciudad", y su presidente se frotaba las manos presintiendo un futuro glorioso.

"Es un orgullo ser parte de esta historia. Siempre en mi corazón. Mucha fuerza en estos momentos tan difíciles para la provincia de Soria", mensaje de 'Echeva' en su cuenta de twiter colgado el 8 de abril. Sergio Arias se sumó al festejo con una  foto desde su casa. Vestido con una camiseta de portero de fútbol, señalaba con su dedo la televisión. En pantalla, Echevarria en pleno partido contra el Barcelona. "Viendo  el Numancia Barcelona del 96 ataviado con la camiseta del gran Echeva, la que llevaba ese día inolvidable. Enormes recuerdos". Echevarria le responde: "Veo que cumpliste la promesa de cuidarla".

Dejó huella Laureano Echevarria en la ciudad. Me dicen que su canción favorita es esa de Gabinete Caligari: "Voy camino Soria, allí me encuentro en la gloria". Siete años instalado en ella. "Mítico Echeva", le dice Ruben Martinez, "todo asegurado en la portería".

Echevarria es el último miembro de la 'plantilla' en pasar por la pantalla de la web del Club Portugalete. Habla de fútbol y de este largo confinamiento. Dispara, "secretaria".

"¿Mi referente como portero?... Iribar, sin duda. Mi padre era muy del Athletic Club. Gracias a él, pude fijarme en 'el Txopo', disfrutar de él". Confiesa que "me marcó desde pequeño. Él fue el causante de que en mí se desatara esta pequeña locura que supone ser portero de fútbol". ¿Lo más bonito en La Florida?: "El ascenso de 2015, el título de la temporada pasada, esta reciente Copa del Rey". ¿Lo malo? "La destitución en Segunda B de mi entrenador y amigo Ezequiel Loza". Echevarria confiesa que tras el cese, "aprendimos, y seguimos hacia adelante".

El confinamiento lo lleva bien porque "soy muy casero, la casa no se me cae encima". Además, ahora puedo disfrutar de la compañía de mi mujer y mi hija". La "rutina" de las mañanas. "Una 'horuca' [¡qué cántabro suena 'hora' en boca de un hijo de Torrelavega!] de paseo con mi hija. Las "trastadas que le hago yo a ella por las tardes".

Cambia de tercio para decir que "el mejor portero para mí surgiría de un experimento surrealista". Laureano metería en una batidora "el blocaje de Oblack, que no da opción  a una segunda jugada; la colocación de Ter Stegen y el  espectáculo que nos ofrece en el 'uno contra uno". El tercero sería "Kepa Arrizabalaga". Al que define de una manera tan idílica como difusa: "su presencia en el área; es muy bueno; ideal".

Palabras que nos trasladan a la Cantata que Neruda le regaló a Joaquín Murieta: "Preguntarle al amor es cosa vana: es preguntar cerezas al cerezo". Vamos, que este hombre se inició con Iribar y vive enganchado a uno de sus 'sucesores'.

"Paciencia, portugalujos", se despide. "Ya queda menos". Pero insiste en que "la salud está muy por encima del fútbol". Lo dejamos en su casa. Convencidos de que no "no se me caerá encima". Hogar en el que disfrutar con su mujer, esa novia que lo acompañaba en su casa de Soria luego de ser uno de los héroes de aquella gesta copera culminada con un 2-2 frente a un inmenso FC Barcelona dirigido por el genial Johan Cruyff y con más estrellas que el firmamento nos regala en las noches de cielo limpio y mucha Luna.

San Sebastián de los Reyes, Real Sociedad [Karpin, Craioveanu], Racing de Santander, Sporting de Gijón, ¡FC Barcelona! Los restos del 'dream team' se quedaron 'pajaritos'...

Alfonso, Murillo, Pablo, Kike Alonso, Bedia, Raúl, Serrano, Barbarin, Artigas, Octavio. Y en la portería, Echevarria. La torre de la 'defensa numantina'. No se arredró el de Torrelavega, el entrenador de porteros del Club Portugalete. Cuentan las crónicas que se enfrentaban "David y Goliat". Pero comparando a Busquets y Echevarria, y lo que uno y otro hicieron, y la estampa de ambos, me pareció ver a un gigante defendiendo a 'la Numancia' de Lotina.

Laureano Echevarria, ese hombre que de sí lo dice todo al presentarse en su cuenta de twiter con una fotografía deliciosa. Romanticismo. Poesía. Tres palos sin red. En septiembre, cuando las hojas empiezan a caer. Sería ya octubre cuando 'el sitio de su recreo', su campo, se cubrió de hojas de mil tonalidades. Hojas muertas. ¡Las más hermosas!