El meneo de Clemente a Luis Aragonés acabó en tangazo arbitral
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Me encanta la 'programación vintage' de ETB1, Teledeporte y 'GOL'. Disfruto mucho. Sea ciclismo, fútbol o el 'descenso del Sella'. Etapas míticas. La leyenda de la piragüista Mara Santos. Mundial del '66'. No le hago ascos a nada. A veces conecto con el evento iniciado. Otras, me tengo que ir a la cama sin que llegue el final porque ver amanecer en pijama da miedo. Miércoles y 13. Fue pulsar el mando y empezar a correr el balón. Sobre el verde del Bernabéu. Final de Copa 1985. Athletic Club versus Atlético de Madrid. No había desperfectos en los lavabos, al parecer.
Había visto en vivo la final. Sin embargo, me prometí a mí mismo que todo podría ser distinto 35 años después. Y lo fue. Desde el inicio. Javier Clemente había preparado muy bien el choque. Un meneo en toda regla a Luis Aragonés. El 'sabio de Hortaleza' fue reducido a la nada. La presencia de Patxi Salinas por delante de la defensa liberó a Santi Urkiaga para sus galopadas. Al jarrero Luis de la Fuente, para que percutiera elegante por el carril izquierdo. A Gallego y De Andrés, para que engulleran rivales como si fueran 'colchones de chuches'.
Arriba, Julio Salinas y Dani. El 'larguirucho' de San Adrián, recibiendo todo tipo de envíos. Hasta los sin sello y con faltas de ortografía. 'Cartero' de vocación. Duerme la pelota. La protege. La esconde. La enseña. Genera desazón en un equipo colchonero que defendía por acumulación. Si 'Luis' había diseñado algo en la pizarra, lo disimulaban muy bien sus jugadores. Qué equipo tan triste. Tan tosco. Tan deslabazado. Tan privado de iniciativa y virtud.
Dani, caído a la banda izquierda. De la que se apartaba para hacerle el pasillo de campeón a Isma Urtubi. Espectacular actuación la de 'el jabalí' de Muskiz. De proscrito en el Margaritense... a protagonista en esta final que tan buena pinta tiene. Orgulloso de su hermano estará mi compañero en el Portu. Kepa Urtubi y su pato 'Luis Javier'. 'Felix' se llamaba mi gato. ¿Recuerdas aquella tarde en el viejo San Miguel del Zalla? 3-4. Qué partidazo. Arbitraba Mijares. Como en la Uni a 'San Informando': ¿Te acuerdas, Jose Iragorri?...
Ismael Urtubi multiplicado por tres. Hacía de Txetxu Rojo, de Estanis Argote y, lo crucial, ¡de sí mismo! No arrancaba de lejos porque todo el Atletico cabía en su propia área. Así y todo, sin coger 'bolida', Urtubi recortaba, amagaba, se la orientaba a su pierna buena y colocaba unos balones de vicio. Sobrado de fuerza, tenía que moderarse a la hora del golpeo a fin de no pasarse. Toque de lujo. Balones con música al corazón del área.
Un Ismael Urtubi excelso. El repaso de Clemente a su colega era de impresión. Un baño. Sólo el gentío en el área colchonera impedía los zarpazos de los leones. Tanta superioridad y sin embargo...
Eso que los entrenadores llaman "detalles" que "deciden partidos". Detallazo. Pero no de ningún jugador. La genialidad la aportó José María 'Miguel Pérez'. No lo estaba haciendo mal el trencilla. Fue la vista. Otra vez sus ojos. Como cuatro años atrás. Final de juveniles. Athletic - Real Madrid. Un Patxi Salinas con el pelo rapado. Jugando 'de libre'. ¡Qué elegancia! Pero pasmado cuando el 'referi' cobró gol un disparo de 'Michel' que devino con el esférico colándose por el lateral de la red. Estaba rota y el balón besó el fondo de las mallas.
Pero ¡cómo cargar contra él si a Juan Carlos Vidal le dieron gol un disparo suyo que golpeó en el hierro exterior de aquellas redes tan tensas! Ay, estos del 'Bilbao', que sólo se acuerdan de los errores arbitrales cuando les perjudican. Ya, señor Miguel Pérez, pero es que este partido, esta final, era tan del Athletic que lo suyo violentó la realidad hasta convertirla en una epopeya obscena.
No había llegado el Atlético. Ni una. Zubi solo recogía cesiones. Como esa de Urkiaga. No se le habría ocurrido al bueno de Santi si... ¡pero qué iba a saber él! Saber que su toque, con pretensiones livianas, se convertiría en un torpedo. Inaccesible para Zubi. Córner. Primera llegada del aspirante. Landaburu. A pierna cambiada. Vuela el esférico. Zubizarreta amaga el salto pero se inhibe. Unai Simón la habría atrapado. Sin consecuencias. ¡Pero como la liga esta parada! Urtubi: ¿qué demonios haces ahí?...
No, no saltes. No estires tus brazos aunque de seguido los retraigas. Ya es tarde. Miguel Pérez lo ha visto. Otra vez. Como en la final de juveniles de 1981. Penalti. Y gracias. Era una roja de libro. El Atlético se disponía a disparar a portería por primera vez. Hugo Sánchez. Gol. Qué manera tan cruel de alterar el orden natural de las cosas. Ya nada volvería a ser lo mismo. Hay penaltis que deciden. Como éste. Que no fue. El balón, que venía con rosca, cayó a plomo sobre el travesaño y la madera lo escupió. Hacia arriba. Si hubieran mediado manos, la pelota se habría desvanecido como si muerta de sueño.
Ahí se acabó el partido. Hay 'detalles' que 'deciden'. Las finales se 'deciden' por 'detalles'. Un 'detalle' mató al mejor. El inferior se alzó y se sostuvo. El Athletic siguió a deguello y se pudo redimir. Como Lizeranzu. Pésimo partido el suyo y sin embargo, ay, ese cabezazo que se le fue al travesaño. Parte inferior. Botó sobre la raya. Era el empate. No pudo ser. No era la noche de 'Rocky'. "Llamando a la Tierra". Perdido en el aire. Se tragó un envío radiado. Otra vez Hugo. Sánchez prolongó el 'estado de alarma' amparándose en la 'derecha mala'. La conexión 'Sarabia-Julio Salinas' facilitó el 'acercamiento'. Guardando la 'distancia'. Sin abrazos y besos porque el gol del empate era 'quimera'.
Podría ser el peor partido de un equipo con Aragonés en su banquillo. Daba igual. Ya estaba Miguel Pérez para salvarle una Copa que, de no haber mediado una manera de ver las cosas tan suya, viajaba para Bilbao. La Gabarra, dispuesta. Y no. Insisto. No lo estaba haciendo mal el trencilla. Pero hay 'detalles', como el suyo, que atan de pies y manos al virtuoso. Que abren la puerta de la celda más húmeda de la trena.
La que habitaba el Atletico. 'Jorobado'. Hecho unos zorros. Un 'burruño'. Cosas de dormir sobre colchones de lana y sin varear. Desde su 'deformidad', empezó a caminar. Arriba había un Rey, Juan Carlos I llamado. De sus manos recogió Miguel Ángel Ruí
iz la Copa. Esa que era para el Athletic. La '25' habría sido. Número mágico. 'Bodas de Plata'. Contra el 'vicio' de pedir, la 'presbicia' de no ver. El 'desamor en los tiempos del coronavirus'. ¡Maldito fútbol vintage!
Fantástico que te siga escociendo. Yo veo otro partido, el Athletic domina sin peligro y el Atleti sale al contraataque haciendo sangre. Nada nuevo bajo el sol. Alegra esa cara que ganásteis la posesión. PD.- Las etapas viejas de ciclismo son una maravilla, ahí sí te alabo el gusto
Fantástico que te siga escociendo. Yo veo otro partido, el Athletic domina sin peligro y el Atleti sale al contraataque haciendo sangre. Nada nuevo bajo el sol. Alegra esa cara que ganásteis la posesión. PD.- Las etapas viejas de ciclismo son una maravilla, ahí sí te alabo el gusto
Cierto. Inolvidable ver a Goiko dar ostias a diestro y siniestro con la connivencia del pérfido árbitro. O a la afición bilbaína convirtiendo el césped en el día después de un botellón. O al expulsado Lizaranzu declarando a pie de campo que no entiende su roja porque "a ido abajo y al balón" O al expediente x de asegurar que no hay penal cuando las escasas y turbias repeticiones de la retransmisión de la época dejan dudas razonables. Por lo demás, buena crónica. Un saludo.
Bonita y romántica crónica. Pena que se olviden algunos detalles. Por ejemplo, las ostias como tajadas de bacalao repartidas por Goiko a lo largo de los 90 minutos y dejadas en el olvido por el perfido árbitro. O el comportamiento de la afición bilbaína con el lanzamiento de todo tipo de objetos. O las declaraciones oídas al expulsado (Lizaranzu, creo) mientras se retiraba a vestuarios. Y una pregunta: vistas las escasas y pésimas repeticiones de la retransmisión de la época, puede el autor de ésta columna asegurar sin equivocarse que no hay manos en la jugada del penal??. Un saludo.
Estupido