En busca del sueño del ascenso a Segunda B
Si. Se jugará. Pinchaban en hueso aquellos 'gurús' de la medicina que, en lo más crudo de la pandemia, manifestaban: "no se podrá jugar a fútbol, al menos, hasta 2021". Incluso sin público. Un día antes de que 'la liga del Athletic Club' se muera allá donde Yuri resucitó al equipo para la final de Copa, Club Portugalete y Basconia se 'reconocerán' en Sarriena a partir de las 19:30 horas.
El domingo, sobre el mismo verde y a la misma hora, el Sestao intentará librarse del CD Vitoria a fin de, una semana más tarde, ser de la partida en esa finalísima que le enfrentaría al vencedor del apasionante duelo que librarán el 'Portu campeón' de Ezequiel Loza y ese 'Basconia revelación' al que Patxi Salinas logró colocar cuarto en la tabla antes de que el 'Estado de Alarma' congelara todo guarismo.
Del llamado 'playoff exprés' estamos hablando. La enésima proposición de la RFEF de Luis Rubiales. La 'buena'. Por definitiva. Antes, el 'sin vivir'. El alma del fútbol, en vilo. La medicina lo daba por muerto. La que jamás se vistió de corto. O la que no lo ama. En pleno 'estado de alarma', 'confinados' los futbolistas de los 18 grupos que conforman la Tercera División, Luis Rubiales y 'los suyos' se dedicaban a hacer malabares.
Parecía especulación. Edificar castillos, de arena e incluso en el aire. O tal vez abanicar las brasas para poder revivir el milagro del fuego. Aunque, de extinguirse, siempre nos quedaría la mano titánica de Prometeo para robárselo a los Dioses.
Mientras los futbolistas se 'machacaban' en salones, pasillos y jardines, Luis Rubiales, blandiendo proposiciones. Descartado, de primeras, el cruce entre equipos de grupos diferentes por el 'cierre de fronteras'. "Que suba el campeón de cada grupo". Se pensó. Y se dijo. A los que eran líderes cuando llegó el paron les pareció de cine. Obvio. De recibo. ¡Cómo no estar de acuerdo!
Propuesta que llegó a asentarse. En el grupo IV de esta Tercera que nos ocupa, Luis Rubiales le otorgaba al Club Portugalete la condición de campeón. En evidente desacuerdo, la directiva del Sestao River se encomendó a lo jurídico convencida de que eran ellos, 'los de Las Llanas', los 'auténticos' campeones.
Batalla legal que se extendió en el tiempo. La reglamentación de la RFEF seguía asistiendo a la entidad verdinegra cuando el play off exprés ya era un hecho. Este play-off al que alguien le tildó de 'endogamico'. Lucha fratricida. Primero contra cuarto. Segundo contra tercero. Y claro, cómo no pretender ser primero. Evitas al segundo y al tercero. Y aún más premio: empatar también es ganar.
Cada uno en su sitio, y con el escenario de Sarriena como a la espera, los cuatro equipos en liza volvieron a pisar hierba. Desde su atalaya, a uno le impresionaba ver a los futbolistas cómo, mascarilla puesta, iban superando fases. De manera individual. Guardando las distancias. Asociándose poco a poco. Hasta conseguir ser la plantilla que antes de que todo se viniera abajo eran. Entrenamientos a puerta cerrada. Poco, nada, se podía escribir sobre esta suerte de 'larga pretemporada'. El "silencio" era el verdadero "lenguaje de las almas" de los entrenadores.
Una manera más elegante de decir que "al enemigo, ni agua"
'Portu', 'River', Vitoria y Basconia gastan de lo suyo. Loza, Etxebarrieta, Fagoaga y Patxi Salinas han dispuesto del tiempo que una plantilla necesita para llegar pletórica a la hora decisiva. En lo físico. En lo técnico. En lo táctico. Y en lo anímico: una nimiedad, a destiempo y en mal sitio, le puede dejar a uno en 'fuera de juego'.
Que se cuiden, pues, los porteros, si al partido le queda un mundo: mejor conceder un gol que dejar al equipo en inferioridad. Que lo de Unai Simón sirva de ejemplo. Y aunque 'Portu' y 'River' partan sabidos de que "empatar es ganar", cuídense de sí, cuídense de ellos solos, porque, de confiarse, el mismo don que los levanto podría ahogarlos en lodo.
Qué lejos queda aquel sábado previo al 'Estado de Alarma' y el inevitable 'Confinamiento'. Jaime Isuardi, el "Messi cántabro", tenía una cita con ElDesmarque Bizkaia en La Florida. Entrenamiento fallido. El campo, cerrado a cal y canto. Y aquel reportaje sobre su perfil deportivo y humano, a buen recaudo.
En plena pesadilla, el periodismo deportivo entendió que era más sano hacer ver que todo era un 'cuento'. La 'Bella' que se quedó dormida al pincharse con el huso de una rueca. La vegetación creció salvaje hasta llegar a ocultar de la vista humana los estadios de la Tercera División. Cuatro meses, cuatro. Qué largos. Qué duros. Sufrimiento y muerte.
El fútbol sigue vivo. Y se echará a andar cuando, sábado 18 de julio, a las 19:30 horas, el pitido de Jon Ander Goitia [colegio Vasco] les sepa a 'beso' de gloria a los once elegidos por Ezequiel Loza y Patxi Salinas. Aitor Barrio será el juez principal que vigile y cuide los sueños de Sestao River y Vitoria.
