El Portu a la final tras batir a un Basconia muy superior
Nadie esperaba un partido como el que, en Sarriena, Portu y Basconia libraron en busca de una plaza para la final del próximo 25 de julio. Quizás Patxi Salinas, sí. Fresca memoria la suya que, en sueños, le llevaba una y otra vez a La Florida. A esa victoria en feudo jarrillero forjada desde una superioridad llamativa. El Portu, un equipo sólido que a veces se desata con un fútbol vistoso. El Portu que, aún cuando no brilla, se hace tan fuerte en defensa que los rivales apenas son capaces de generar oportunidad y media en la portería que defiende Jorge Mediavilla.
Eso era en liga y hasta que el segundo filial del Athletic Club visitó La Florida. Vencieron los de Patxi Salinas. Derrota que generó dudas en la propuesta de Ezequiel Loza. Y en la parroquia. Y en el entender del cronista. Y es que, por primera vez en mucho tiempo, el 'primer juvenil' de Lezama era capaz de desarbolar a uno de los fijos en los puestos de play off. Empezó a llover luego de la derrota casera. Hasta que llegó el 18 de julio. 19:30 minutos. Cada equipo en su campo, el inicio del choque se demoraba mucho. Tanto. Se trataba de que el balón se echara a rodar a la hora estipulada.
Sol de verano calentando un césped con mimo cuidado. El primero frente al cuarto. Al Portu le valía el empate para derrotar al Basconia y plantarse en la final. "No saltaremos al campo pensando en la igualada". Y a fe de que los chicos de Loza no lo hicieron. "Iremos a ganar, como siempre". A nadie le cabe duda de que los jarrilleros iban en busca de la victoria. Fue empezar el encuentro. Darle los minutos que se necesitan para ver de qué iba la cosa... y caer en la cuenta de que el Basconia se elevaba majestuoso sobre la testa coronada del rey de la categoría.
Era tan superior el Basconia que uno se vio obligado a preguntarse: ¿Una mala tarde del Portu... o la escenificación de la virtud contra la carencia? Fuera lo uno o lo otro, una vez enfilado su viaje, el Basconia se convirtió en ese púgil que, bailando alrededor de su rival, le evita, le amaga, le burla, soltando puños en busca de ese golpe definitivo que lo mande al suelo.
Futbol de muchos kilates el de los chicos de Patxi Salinas. El técnico de San Adrian estaba radiante en la sala de prensa. "Hemos circulado rápido y con precisión. Entrando por dentro y percutiendo por ambas bandas. Ritmo intenso. Nuestra condición física se terminaría imponiendo. Lo hemos puesto todo para ganar. Oportunidades varias. Estoy muy contento con el partido que han hecho los chavales".
Firmo este análisis del partido. Toca ahora darle la palabra a su colega, Ezequiel Loza. Respondió en rueda de prensa. Aun así, en busca de 'su yo más profundo', el Desmarque Bizkaia le citó en la medianoche... y el técnico del Portu, amable como siempre, nos regaló ese análisis que los entrenadores reservan para cerrar su turno de réplica. El periodista creía que pondría sobre la palabra esos paños calientes que la emborronan. Errado estaba. Porque Loza fue él, y, al mismo tiempo, el eco cercano de lo que Patxi Salinas había gritado en silencio...
Para el míster de Santoña "el análisis es claro y fácil". Cuatro meses después del último partido, y de dos meses confinados, "hemos ido a jugar contra un equipo profesional". Profesional "porque entrena por las mañanas y descansa el resto del día". Un Portu que "trabaja y juega" medía talento y fuerza con un Basconia "que se ha concentrado el día anterior en un hotel para jugar contra nosotros". Saca a colación el aspecto físico Loza, esa condición que asistía a los jugadores del Basconia con exagerada generosidad.
Volaban los de Salinas. Un equipo que "necesitaba ganar y por ello arriesgar más que nosotros". Un Portu que "ha salido a jugar el partido como siempre, a ganar, con los jugadores más ofensivos que teníamos”. Con un principio que no se negocia: "atacar y hacer gol". Del dicho al hecho.
De lo que se desea y se puede, de lo que se pretende y se consigue. Decir y hacer. El rival también juega. Y mucho. Generación del 2000. Esa quinta empecinada en seguir los pasos de Unai Vencedor y Ohian Sancet. Media docena de perlas preciosas que pulía Aritz Solabarrieta están en manos de Patxi Salinas. Este Basconia es el más virtuoso de los últimos tiempos. Loza lo sabía. Ezequiel nos sigue alumbrando en plena madrugada...
"A medida que pasaba el tiempo, el partido nos ha llevado a otro escenario que había que afrontar". El Basconia, cual 'Athletic de Bielsa' en el 'Teatro de los Sueños', "ha manejado con soltura el balón". Con demasiada soltura. ¿Qué hacer ante jugadores tan talentosos?... "Trabajar con mucho orden" hasta conseguir contenerlos "salvo en dos o tres acciones": la que "Moya sacó bajo el travesaño", otra que "pega en el poste", y un "remate en el segundo palo, al final, que se va fuera".
No se olvida del 'haber' de su equipo: "hemos metido un gol que nos han anulado en el primer tiempo, no sé si era fuera de juego o no [maldito VAR que te habías ido de copas]. "Tuvimos una de Rozas que el portero [Agirrezabala] atajó", y "el gol de Robert Gándara". Así que "en ocasiones hemos estado parejos". Cuando se gana las cuentas siempre salen, ¿no les parece?
Contento con el trabajo de su equipo el mister que se sentará en uno de los dos banquillos de los finalistas. "Ha competido muy bien, se trataba de pasar a la final y hemos pasado". ¿El fin justifica los medios aún cuando éstos son tan precarios? Parece que en esta ocasión, sí, como si se reconociera una inferioridad manifiesta: "Esto no iba de jugar bien hoy, iba de pasar". Billete a la final conseguido con "orden, trabajo, oficio", en fin, "darlo todo por el equipo". Loza está "muy orgulloso de mis jugadores porque se han dejado la piel por el Portu". De todos ellos: "los que han jugado de inicio, los que han saltado desde el banquillo, los que no han participado".
Orgulloso está también Patxi Salinas. Le sobran los motivos. Hasta el punto de que intuye que varios de los jugadores que dirige "podrían convertirse en leones, pasando o no por el Bilbao Athletic". Futbolistas de la generación del 2000-2001. Jugaban de cine hace dos años. Con Salinas han crecido en fortaleza. Talento y físico: ¡menuda mezcla! Arberas, Paredes, Cabo, Beñat Prados... y un "Nico Wiliams que me encanta", destaca Patxi Salinas, que, allá por Septiembre, seguirá como profesor de un equipo que por su talento le fuerza a Loza a confesar: "Hemos estado nerviosos con el balón, seguramente porque los jugadores tenían miedo a cometer errores". Se aleja de la negatividad: "hay muchas cosas positivas del partido de hoy". Y concluye: "Esta es mi lectura".
El 'derrotado' se va de vacaciones "muy contento porque hemos hecho un partidazo". El 'vencedor', entiende uno, tiene una semana para convertir lo malo en bueno, el desajuste en armonía, el desvío en precisión, la desconfianza en atrevimiento, el defecto en virtud. Meditar sobre la figura de Cubería. Cambios por hacer. El retorno de Ukerdi Corres. Que Txopi reparta juego. Que Isuardi se divierta con la pelota. Que Rozas rasgue vertiginoso su banda izquierda. Que Guemes, en fin, culmine el resurgimiento de un equipo al que el Basconia le ha 'repasado' su 'lección'.