El Athletic de los Super Tacañones

Campana y se ha acabado. Así rezaba uno de los eslóganes de un famoso concurso de televisión donde aparecía la calabaza Ruperta. Lo utilizaban los llamados Super Tacañones. Hago referencia a todo esto, ya que por segunda temporada consecutiva, nuestro exceso de conservadurismo y falta de conseguir cotas importantes nos ha vuelto a dejar a las puertas de Europa. Hemos sido unos Super Tacañones en el Athletic Club.

Eso no significa que el equipo no haya competido, no es eso. Significa a mi entender, que no somos un equipo valiente y alegre que apueste por todo lo que tenemos más que por lo que nos falta. Claro que tenemos carencias, para eso está el míster, Gaizka Garitano, para minimizarlas. También para trasmitir que la plantilla se mueva en escenarios no tanto “reales” sino imaginarios fruto de confiar en nuestra fuerza, que no es otra que la que provocan intangibles como el Escudo, Historia y Afición.

Empezamos la temporada en LaLiga Santander cosechando un número muy sustancioso de puntos, más producto de ser un equipo rocoso y competitivo que del propio juego. Eso nos vino muy bien ya que quitamos todos los fantasmas que nos aparecieron en la temporada anterior con Berizzo.

Pues bien, llegó el Valencia CF, nos derrotó en San Mamés allá por septiembre del 2019, y esta derrota supuso cambiarnos el paso y entrar en una racha muy negativa tanto en juego como en resultados. Perdimos toda la confianza demostrada en el tramo final de la temporada pasada e inicio de esta. El míster de Derio no supo neutralizar el desplome o bien fue uno de los protagonistas al no dotar al equipo del equilibrio emocional y táctico que la situación requería.

Se cruzó la Copa y aun con partidos realmente calamitosos fuimos capaces de ser uno de los finalistas. Otra Final en nuestra competición más laureada, la Copa. Txalo bero bat!!

Esto no tiene que hacer olvidarnos de cómo llegamos hasta dicha final y que por las circunstancias que estamos viviendo con el COVID-19 no se ha disputado ante la Real Sociedad. Llevamos unas cuantas finales consecutivas sin apenas competirlas. Tenemos una grandísima oportunidad de traer un nuevo y apreciadísimo trofeo a nuestras vitrinas muchos años después y con nuestros vecinos de Donostia ni más ni menos. Ese capítulo, tendrá que esperar. La competición de Copa lo que si nos provocó fue despistarnos, a mi juicio sobremanera, en la competición doméstica.

Es verdad que nunca nos hemos asomado a puestos de peligro, pero las sensaciones que transmitía el equipo no eran nada halagüeñas. De hecho, en el Botxo no las teníamos nada con nosotros mismos de haber tenido que disputar la final de Copa en la fecha señalada contra una Real que por aquel entonces volaba.

Nos vino el confinamiento, y tras la reanudación de la competición, mirando siempre el espectáculo y economía, que no el fútbol ya que este es de los aficionados y no podíamos asistir a los estadios a animar a nuestros equipos, nuestro Athletic Club no voy a decir que ha sido un desastre, ya que ha mostrado un muy buen tono físico, pero ha desaprovechado la oportunidad de forma estrepitosa de volver a asomar las garras el año que viene por Europa.

Hemos perdido de forma increíble en casa con el CD Leganés que nos alejaba de toda posibilidad y hemos finalizado la temporada con una derrota posterior muy vergonzante en Granada. Y, como ya he comentado, van dos temporadas seguidas quedándonos a las puertas.

Me llama mucho mucho la atención. No dudo de nadie, para nada, pero me llama mucho la atención. De hecho he esperado unos días a escribir este artículo en ElDesmarque Bizkaia para que se me pasara el “mosqueo”.

Bueno, espero y deseo que los jugadores descansen las cortas vacaciones que van a tener, y que vuelvan con todo para afrontar una temporada diferente a todas las demás, donde no olvidemos que tenemos una Final de Copa ni más ni menos por medio. Así que vamos a mirar de nuevo al futuro con optimismo como no puede ser de otra manera y… ¡¡ahí te quiero ver Athletic!!