Iñigo Martínez encara su 'última etapa'
Quien calla otorga, pero solo el que habla confirma esa verdad que habita su cuerpo de futbolista. "No es momento de que hable de mi renovación; sí, en cambio, del equipo". Premiada por Radio Bilbao su trayectoria en la 2021-2022, a la hora de recoger el trofeo, Iñigo Martínez se deslizaba por la suerte que podría llevarle a repetir reconocimiento en esta 2022-2023 que 'marzea' en busca de las 'mil aguas de abril'. No podrá ser. Y no porque el ondarrutarra haya perdido calidad y condición, sino porque una severa fascitis plantar le ha tenido apartado del grupo.
Ya está de vuelta. Calladas las bocas que pregonaban su destierro. Iñigo Martínez. Algo tendrá este zurdo central cuando Javier Clemente lo bendice en tiempos de confusión, que si se va, que si ya se ha ido, que lo que de él vemos no es sino la luz que irradiaba mientras gobernaba el equipo con esa sabiduría suya vacía de estridencias y alharacas. Mediados de marzo. Hay tiempo todavía. Iñigo Martínez no le ha dicho ni que sí ni que no al Athletic, sino todo lo contrario.
Enero de 2018 cuando el comandante Laporte dejó 65 millones de euros en Ibaigane para recalar en el City. "Coge el dinero y corre''. Woody Allen dirigió la trama que, por 32 millones de euros, posibilitó la llegada de Iñigo Martínez en un tiempo récord. Ganaba el Athletic al vender cara y comprar barata una 'mercancía' similar.
Cinco años y medio después, Iñigo Martínez podría dar inicio a un segundo círculo del que sólo su nombre se conocería en caso de abandonar Lezama, San Mamés, la Catedral. Bilbao bien valía la misa funeral que por la condenación de su alma celebraron en Anoeta dándole la espalda al verde donde se oficiaba el sepelio.
Iñigo Martínez, sin embargo, no tendrá quien le escriba, ni lo acompañe, si, a última hora, toma un 'Volotea' para aterrizar en el Metropolitano; o un avión privado para aterrizar en el Prat y, de seguido, salir por el túnel de vestuarios del Camp Nou dando toques al balón con todas las superficies del cuerpo, incluidos los tacos de De Jong y el hombro infanticida de Iker Muniain, el 'pony de la Txantrea'.
De cambiar la zamarra zurigorri por la blaugrana, el 'Káiser' de Ondarroa debería dar cuentas del "A segunda, oe, A segunda, oe" en un vestuario donde se siguen duchando con las aguas de la 'Torre de Babel'. De "una Premier al otro lado de las Galias" escribió el visionario Michel Nostradamus en una de sus 'cuartetas'.
En mayo cumplirá los 32,... "Ey, solo pienso en ti", canta Javier Clemente en los 'karaokes' de la radio. Pero como no solo de los elogios del 'benefactor' de las últimas dos ligas viven las ansias de futuro de Iñigo Martínez, sean las dos partes las que se reúnan y de sus sillones tan solo se levanten cuando, pescado vendido, suerte echada, de la cera de la vela nada quede.
A oscuras, esperar que la noche le dé su relevo a los dos soles de un despejado cielo. "Al sol que más calienta" habrá de arrimarse Iñigo Martínez para encontrar calidez y calidad en el último tramo de su carrera. ¿Será el Athletic? Unos dicen que sí, otros dicen que no. Con él o sin él, 'kaiser' o 'meritorio' comandando al equipo desde la zaga, el Athletic seguirá siendo "Caso único en el mundo".
• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista