Un Valverde solvente pero sin Rock, Europa ni regeneración
La desafortunada etiqueta del "Rock and Roll" le ha hecho mucho daño. Al técnico de Viandar de la Vera, al que algunos le tienen siempre ganas en Bilbao, se le trajo por tercera vez con idea de ser el máximo experto en meter al Athletic Club en competiciones europeas. Un objetivo que se le marcó al inicio de la campaña por parte de la nueva junta directiva de Jon Uriarte y que, pese a un arranque chollo de calendario (que le puso en plazas de Champions), no se ha logrado pese a que ha parecido más barato que nunca en puntos y sensaciones.
Aún así se le renovó en febrero en una decisión que ha sido bastante contestada en las últimas fechas en el entorno zurigorri. Tanto es así que varios rectores deportivos del Club le han ratificado rápidamente ante la Prensa y el propio Ernesto Valverde ha expresado que se ve con "mucha fuerza" para continuar su tarea la próxima temporada. En la que por cierto, entre otros, no estará un peso pesado como Iñigo Martínez.
El derrumbe final, las lesiones y la falta de punch-acierto en los partidos claves han lastrado la obra de Valverde en su tercera llegada a San Mamés
Tras el Mundial de Qatar el equipo ha notado demasiado el ritmo infernal de juego buscado a conciencia: restaba precisión y se han acumulado las bajas
El papel y la nota de Ernesto Valverde (6)
14 victorias, 9 empates y 15 derrotas en liga... Es innegable que ha dejado el equipo a dos puntos de Europa, que lo ha metido en otra semifinal de copa y que ha llevado el protagonismo del juego en la mayoría de los partidos, jugando mucho en el campo rival, al que sometía a menudo en presión y llegadas múltiples. Pero no ha logrado aumentar la eficacia ofensiva del equipo, que ha desperdiciado el factor San Mamés incluso en una vuelta de semifinales coperas, y no es que haya sido un paladín tampoco de la cantera de Lezama.
Aparte del escaso rol de los postergados (Zarraga, Capa se van ya, o Vencedor) o la rotación de porteros, una de las mayores quejas de su trabajo, ya que la gestión es suya, es la poca bola que le da a los cachorros, confiando siempre en los veteranos. Tal vez la presión por parte de la directiva de Jon Uriarte de la necesidad imperiosa económica de Europa choque con el trabajar a medio plazo para rejuvenecer el vestuario. Este verano, vistas las 4 bajas dadas ayer, parece que se van a tomar más decisiones.
Derrumbe al final, lesiones y falta de acierto. Totalmente de acuerdo. Las dos primeras causas tienen el mismo origen, una inexplicable manía por utilizar 15 jugadores de 25, lo que penaliza, y de qué forma, los finales de temporada. Me parece increíble que no optar por dar descanso a ciertos jugadores en ciertos partidos, para que lleguen bien a esos otros de las últimas jornadas, en los que un poco más de frescura hubiera hecho estar en Europa o jugando la final de Copa. Así como no agotar los cambios, o hacerlos tardísimo... Todo eso suena a entrenador caduco, o desfasado, o sin ilusiones en el futuro. Al menos en este equipo. La otra razón es más peliaguda, pero se puede entrenar. Mejores jugadas de centro del campo, automatismos y ocasiones mejores para lus delanteros. Estoy convencido de que 'fallarían' menos. Les llegan melones auténticos. Por último. No quiero un Guruzeta trabajador para que lo sigan poniendo. Así no hace nada y no progresa. Quiero al goleador que siempre esté allí, que chuta según le viene y que, ya se ha visto, que mete. Valverde tiene mucho que entrenar, él incluido, pero tiene que querer. Hay entrenadores más jóvenes e ilusionantes que vienen empujando fuerte. Ojo al dato.
Sin objetivos no hay paraíso, fracaso dimisiones ya