De dónde arranca la tradición del Athletic de subir a Begoña
Aunque a algunos ahora les parezca mal en RRSS, en el Athletic hay muchas tradiciones y experiencias religiosas... Tras el comentado rito del Padre Nuestro que ahora cumple el capitán Iker Muniain en el vestuario antes de salir a los partidos, la familia del Athletic Club volvía a reunirse este lunes en el santuario de Begoña repitiendo una tradición que se remonta nada menos que al día 22 de junio del año 1930. Va casi para un siglo ya. Y justo se subió el día en que se cumplían 110 años de la inauguración del viejo campo de San Mamés. "Juego limpio, trabajo y respeto", es lo que ofreció a la Amatxu, en nombre de los jugadores y jugadoras zurigorris, el presbítero José Luis Achótegui, quien hizo las veces de maestro de ceremonias.
Como en ocasiones anteriores, entre el público asistente, estuvieron algunos de los niños y niñas de un centro de acogida de Bilbao. La plantilla se sacó una foto con todos ellos al final del acto, mientras la organista Miriam Cepeda entonaba el `Begoñako Andra Mari´. El presidente rojiblanco, Jon Uriarte Uranga, señaló que el club realiza esta ofrenda "en memoria de todas las personas que nos precedieron".
Una nutrida representación de los primeros equipos del Athletic Club, junto al presidente, Jose Ángel Iribar y una delegación de la Junta Directiva, han cumplido con la tradicional ofrenda a la Virgen de Begoña, patrona de Bizkaia.
El Athletic, un club abonado a las tradiciones
El presidente, en un breve discurso, ha tenido unas palabras de reconocimiento "a los futbolistas, directivos y directivas, socios y socias y, en general, a todos los aficionados y aficionadas del Athletic que nos precedieron. Estamos aquí para recordarles y homenajearles, porque si el Athletic Club celebra este año su 125 aniversario es gracias a su legado".
Iker Muniain y Marta Unzué, capitanes del Athletic Club, además de los representantes del equipo Genuine Saioa y Hodei han pedido en nombre de las plantillas a la Amatxu por un año próspero. Numerosos seguidores, algunos de muy temprana edad, han acompañado a la comitiva zurigorri.