La anunciada marcha en junio de Óscar de Marcos nos habla de la importancia de los laterales derechos en el Athletic Club. Casi todos reconvertidos y dispuestos a todo por ayudar al equipo. La anécdota ya la he contado aquí en algún rincón de ElDesmarque. El Athletic volaba con el 'Loco' Marcelo Bielsa. Europa entera se disputaba a Fernando Llorente, Amorebieta, Ander Herrera, Ibai Gómez, Javi Martínez,...
Y una tarde de febrero tuve la suerte de conocer al desaparecido y enorme futbolista y persona Miguel Jones. En la calle Eguía me lo presentó un amigo común. Pobre Jones. La turra que le pegué a preguntas. Nos contó enterita y a demanda su trayectoria... El Indautxu, el (no) Athletic, el Atlético de Madrid que se hizo grande en aquella España que despertaba en los 60.
Ya puestos, y no en sentido figurado, le pregunté por aquel Athletic que asombraba al mundo. ¿Quién le parece, Miguel, el mejor jugador de este equipo? Me miró de frente, como él miraba, antes de dar una respuesta de la que no dudaba. Y me dijo; de todos ellos, uno puede ser titular en cualquier equipo del mundo. Iraola. Lo que menos esperaba.
Pero el tiempo fue pasando, y todas aquellas estrellas que volaron del Athletic fueron perdiendo minutos, internacionalidades, y raíces. Aquí quedaron Iraola y De Marcos. Y también Iker Muniain, al que un día deberemos también reconocer su amor por los colores. Y Markel Susaeta, al que Valverde también probó de lateral.
Pero Iraola y Demar son otro ejemplo de lo buenos que nos han salido los laterales derechos. Con modestia, clase, humildad, entrega, sentimiento... Reconvertidos a una posición desde la que divisaban todo el campo, todo el Athletic, todo el fútbol. No es casualidad que en el top ten de partidos jugados en la historia del Athletic tengamos tres laterales derechos: ellos dos y Orúe.
Y pensando en ello, me acordé de más reconvertidos. De Lekue, de Iñaki Sáez, del giputxi Lasa, que se dejaba el balón atrás de lo que corría. Y antes, de Orúe, y en medio de gente brava como Lakabeg. Y qué decir del campeón Santi Urquiaga, pie duro para defender y de seda para tirar bananas perfectas a la cabeza de Dani o de quien pasara.
Todos ellos discretos, humildes y fundamentales. Como siempre en el Athletic, toca ahora recrear ese lateral.
Si De Marcos se va, siendo como es uno de los mejores laterales de nuestra liga, es porque ve recambio. Está Gorosabel, que es cumplidor. Sigue Lekue, que ha dado mucho. Se habla de Jesús Areso, que no sé si cumple con ese papel de lateral volcado con su club, porque salió por la puerta falsa de Pamplona hacia aquí y de aquí hacia Pamplona.
Y viene como un tiro Hugo Rincón, que está haciendo una mili de lujo en Miranda, como Vivian, Prados y otros (ojo, no olvidemos a Urko Izeta, que me está recordando mucho al gran Dani en sus tiempos de explosión tardía en el Barakaldo)...
Que me perdonen el olvido otros grandes laterales derechos de nuestra historia. Pero esa reconversión masiva de jugadores de ataque en laterales demuestra al menos dos cosas. Que el Athletic pocas veces ha especulado. Y que esos cracks no pensaban en clave de sí mismos, sino del club.
Como Iraola cuando renunció a la Eurocopa para recuperarse con el Athletic. O cuando De Marcos jugó con el escroto desgarrado para apurar los puntos frente al Zaragoza. O cuando todos ellos han aceptado de profesionales aprender a jugar en un puesto que no era el suyo para servir al equipo.
Explican muy bien lo que es el Athletic.
.- Por Gonzalo Arroita Berenguer, letrado y urbanista
Muy buen artículo, yo no veo un recambio naturals , aporta mucho más de lo que se ve q simple vista, estaría bien saber cuantos de sus centros al área acaban en gol del Athletic
Mientras esté De Marcos bien, debe salir él.