Es Noticia
El Athletic, ante la disyuntiva de arriesgar en Old Trafford o atar la Champions
  • Mi perfil
  • Salir

El Athletic, ante la disyuntiva de arriesgar en Old Trafford o atar la Champions

Djaló protesta en el derbi ante la Real Sociedad en Anoeta (Foto: Athletic Club).
Djaló protesta en el derbi ante la Real Sociedad en Anoeta (Foto: Athletic Club).
Kuitxi Pérez García

No era el final que Imanol Alguacil deseaba en la Real Sociedad. Esperado, tal vez sí, teniendo en cuenta las dinámicas de los dos equipos que en el Reale Arena se enfrentaban en el último partido de la 'era Alguacil' al frente del "Club de mi vida". Al míster de Orio, conocido su carácter y la pasión a la hora de asumir los derbis, le habría gustado abandonar su 'casa' de Anoeta sometiendo al Athletic Club con un [7-0] histórico, y, en especial, memorable.

Convertir su despedida en un recuerdo que, así pasen las generaciones, no dejara de pasar por los corazones de la 'Sociedad de la nieve', y la del sol, la del frio y el calor. Qué lejos quedan los jugadores del barro. Diego, Periko Alonso; Idigoras, Satrustegi y López Ufarte.

Una frase, todo ella para él, que condense el estilismo de Jesús Mari Zamora, aquel diestro que jugaba por la izquierda, el que, hundidos sus pies en el barro del Molinón, rescató su bota diestra para marcar, con suspense, el gol que le daba a la Real Sociedad su primera de las dos ligas que precedieron a esas dos otras de Javier Clemente.

Imanol y Ernesto Valverde hablan en el reciente derbi ante la Real Sociedad en Anoeta (Foto: Athletic Club).
Imanol y Ernesto Valverde hablan en el reciente derbi ante la Real Sociedad en Anoeta (Foto: Athletic Club).

Aquella tarde, luego de la ducha en los viejos vestuarios de La Florida, bajé a Coscojales para celebrar con champán la gesta de un equipo vasco. Una semana más tarde, también en el 'Casco Viejo' de la noble villa jarrillera, una chica, como si me quisiera 'marcar', se acercó a mí, y me pidió un autógrafo en la creencia de que yo era Zamora, el 'príncipe de Atotxa'.

Tanta ilusión le hacía, que ni intenté sacarla de su error. Y es que la firma no es del que la rubrica, sino de la persona que la necesita. Sería por aquel pelo aleonado similar al del genial Pablo Milanés, el 'mulato de La Habana'.

Empate sin goles en el ultimo choque entre Real y Athletic...

No pudo, pues, Imanol Alguacil Barrenetxea fundirse en negro por el túnel de vestuarios buscando el habitáculo sagrado de su vestuario. Sus golpes en el pecho. Sus puños apretados como si quisiera atenazar las siete temporadas al mando de la Real.

El saludo entre Imanol Alguacil y Ernesto Valverde en un derbi en Anoeta (Foto: Athletic Club).
El saludo entre Imanol Alguacil y Ernesto Valverde en un derbi en Anoeta (Foto: Athletic Club).

Abrazarse, uno a uno, con los 'potros' de Zubieta, ya nacidos, ya criados, ya entrenados, ya adiestrados y arengados en sesiones de tecnificación sobre "Cómo sentir de manera profunda a la Real Sociedad en una semana de cinco días". Griezman, sin embargo. Nihat, Kovacevic y Karpin, también. Y en un pretérito imperfecto, las 'traiciones' de Iñigo Martínez, Mikel Merino, Nahikari García y Le Normand.

Y es que... "todo se va, todo tiende a pasar, por el tiempo que nos señalan, para ver qué al final del viaje, todo vuelve para comenzar". Tras la derrota de las leonas ante el Atlético de Madrid, esos otros, los de la 'e' antes de la ese, los de Valverde, afrontaban un desafío que ni 'los conquistadores del fin del mundo'.

Luego de tres días tras la refriega del United en San Mamés, y con cuatro por delante para tramar una celada en Old Trafford, Txingurri sabía que estaba obligado a no perder. Empresa complicada para el que lo fiaba todo a la estadística. No, empero, para Ernesto, que, de un tiempo largo hasta el presente, gana enteros, a mí gusto, para salir salvo y sano del cruel calendario diseñado por la Liga.

Sir Alex Ferguson e Iribar se saludan en el palco de San Mamés (Foto: Athletic Club).
Sir Alex Ferguson e Iribar se saludan en el palco de San Mamés (Foto: Athletic Club).

No hay respiro. Y como la asistencia del oxígeno artificial no se contempla en el reglamento, piernas frescas, para qué os quiero, pulmones, alma, corazón y vida. Del resto se ocupa Txingurri y su pequeño blog de anotaciones. Jon Aspiazu, el hombre que observa a los leones desde lo alto.

Con tanto como la sapiencia de ambos, inoculada en el instinto de sus bravos leones, el Athletic, desde Unai Simón hasta Guruzeta, con el añadido de Maroan Sannadi, Jauregizar, Djaló, Vesga y Adama Boiro, el equipo fue capaz de conseguir un 'apagón' sostenido en el tiempo al que tan sólo tuvo acceso el referí cuando su cronómetro le chivó los cuatro minutos de prolongación que, sin ser consciente, le había añadido al partido. El último de Alguacil al frente de la Real Sociedad.

Maroan Sannadi evade a Nayef Aguerd en el Real Sociedad - Athletic Club (Foto: LALIGA).
Maroan Sannadi evade a Nayef Aguerd en el Real Sociedad - Athletic Club (Foto: LALIGA).

Descartado el brillo, todo él para los palacios de indianos que abundan en Enkarterri, los leones se aplicaron en la ocupación racional de los espacios. El balón. Lo pierdo y lo gano, lo recupero y me lo roban.

Pérdidas y ganancias  repartidas a partes iguales entre los dos 'peleadores' que se afanaban en dignificar su trabajo, su duro trabajo, en el altar, sagrado y verde, largo y ancho, mágico siempre para los que futbolistas seremos hasta el último arreón del que en las alturas hilvana.

Sólo desde la solidaridad colectiva, el Athletic fue capaz de echar al traste la noche de gloria que Imanol ansiaba a la hora de su partida.

Athletic sólido. El cuadro al que menos goles le han encajado hasta el presente de la competición. Defiende bien. Mejor que nunca. Aunque en la zaga no estén De Marcos, Yeray y Yuri. A pesar de las faltas de Jauregizar y Nicolás Williams. A resguardo, Sannadi.

Y por encima de todas las vicisitudes, 'De la Ausencia y de ti', Oihan Sancet, musa escondida que une a los dos grandes amigos que tanto se habían querido. "Y en el tumulto pisarte los pies". En el tumulto de tres equipos que quieren terminar bailando con la 'cuarta', la más bonita del guateque de la liga.

El técnico Ernesto Valverde saluda al llegar a San Mamés (Foto: Athletic Club).
El técnico Ernesto Valverde saluda al llegar a San Mamés (Foto: Athletic Club).

Cuatro fechas a la vista. El Athletic, recién salido ileso de un estadio cuya grada le da la espalda al equipo como muestra de adhesión, jolgorio y empatía con los que se ponen la camiseta en su nombre. El empate parecía asumido por ambas partes. Ni lágrimas ni pañuelos a la hora del adiós porque no había habido machete pasando de mano en mano. Y de repente, partiendo desde ninguna parte, sin un destino concreto, ni siquiera aparente, una bala perdida se convirtió en plomo feroz al centro del combate.

Pasó junto a Alex Berenguer, el "Toro" de la 'Popu' que se encuentra en estado de gracia. Alex la convirtió en balón, esférico adiestrado y obediente. Parecía irse solo en busca de un reto ineludible con su tocayo Remiro. Navarro, tú; navarro, yo. Hasta que entró en escena Jon Martín, potrillo de Zubieta en estado de gracia.

Beñat Prados y Pablo Marín luchan en el Derbi ante la Real Sociedad en Anoeta (Foto: Athletic Club).
Beñat Prados y Pablo Marín luchan en el Derbi ante la Real Sociedad en Anoeta (Foto: Athletic Club).

A su par, le aguantó la carrera al de Barañáin. No era suficiente. Había que tomar una decisión antes de asomarse al balcón del área. Táctica fue la decisión, técnica, la ejecución. Hombre al suelo segando con su pierna y pie la hierba que crecía junto al balón que rodaba.

Berenguer pegó un brinco. Gesto noble del que reconoce que el central que le había igualado en el desafío de la velocidad había evitado el triunfo del Athletic en la noche que Imanol Alguacil le decía "Aio, Erreala; Esker aunitz zurekin batera ibiltzen aukera ematearren".

De todas partes viene el Athletic, y hacia todas partes va. De sufrir un expolio en la Catedral por un árbitro noruego. Hacia Manchester volando los jugadores, en tropel, merced a las pequeñas alas que les crecen en los tobillos. Y como el escenario será el mismo del teatro con sus sueños, que Homero nos recite el pasaje de la Iliada en el que al caballo de madera se le hace de noche.

Descienden los leones por las cuerdas. Arde Troya. Y aunque el peaje sea la muerte de Aquiles, que Ulises, representando al Athletic en su Odisea, consiga ese regreso glorioso que tanto bien nos haría a los que nacimos con el, y junto a él moriremos.

• Por Kuitxi Pérez García, periodista y exfutbolista

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta

Información básica de Protección de Datos:
Responsable de los datos: El Desmarque Portal Deportivo, S.L.
Finalidad: con la que se tratan sus datos personales: gestión de comentarios en el blog.
Derechos que le asisten: podrá acceder, rectificar y suprimir los datos, así como revocar la autorización para el tratamiento de los datos, ejercitar los derechos de limitación, portabilidad, y a no ser objeto de decisiones automatizadas dirigiéndose por escrito a la dirección: legal@eldesmarque.com.
Información adicional: puede consultar la información detallada en el siguiente enlace: https://www-origin.eldesmarque.com/politica-de-privacidad (apartado “Gestión de comentarios en foros y blogs”).

Cancelar

Has preferido rechazar las cookies, regístrate para acceder al contenido

El registro permite navegar rechazando el aviso de cookies, pero no implica dejar de recibir publicidad ni acceso a contenido o ventajas exclusivas. Si ya estás registrado, haz click aquí para acceder.

Recuerda que tienes la opción de aceptar las cookies para acceder al contenido sin registrarte