La última Gabarra que viví contigo, Jose Iragorri

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El 30 de mayo de 2014 nos dejaba Jose Iragorri
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Llegaste en una Gabarra, Gabarra Athletic... Jose Iragorri
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Llegaste en una Gabarra, Gabarra Athletic... Jose Iragorri y en un Gabarra volviste. En medio, y durante, cuarenta años de soledad, agravados por los últimos once. Ya fue dicho en su día, en la mañana de un sábado en la que salí a correr con "flor de canela espolvoreada en los labios". 2014 era, 30 de mayo también, Iñaki Astigarraga, sereno en la gravedad: "la que has montado, Hoss, la que has montado". Quería que fueran sus palabras, y no las de José Saramago cuando en su 'Viaje a Portugal', junto al estuario del Tajo escribiera, "Los ríos, como los hombres, solo cuanto llegan al final saben para qué nacieron". No era tu final, empero...
Te fundiste en el Abra para que tu yo más profundo lo llevara el mar, "monte de espumas, verso, abanico de plumas" que se abre sobre la arena de una playa de Gran Bretaña. En Inglaterra, en fin, porque el fútbol lo inventaron los ingleses. 1984. 2014. 1977. Viajero en el tiempo.
Cuatrero en la carretera de Arratia vistiendo la camiseta roja del Firestone. El '11' de Txetxu Rojo. El '9' tuyo. Piedra, roca de fuego contra la que mi amigo Javi Arietaaraunabeña choca. Soy testigo. Así de tu entereza como de la tarjeta roja que vio mi agradable compañero.

De 1984, tú explosión, el nacimiento del bakalao, universo y esencia del Athletic Club. De 2014, 'El último desmarque de Jose Iragorri'. De ruptura fue, desmarque largo y profundo. Diez años después, 11 de abril de 2024, el mar que te había llevado, el mismo pero distinto, a la altura de la Gabarra te ubicó. Cómo no estar.
Sabia es la vida. Generosa allá donde te encuentres. Permiso. Una barca de dos remos. Sombrero de ala ancha para poder ser uno más, y todos al mismo tiempo. Al coincidir con Íñigo Martínez, un saludo por su apodo, 'The boss', Nos conocemos, te preguntó, Sí, aunque una década atrás no tuvieras nombre.
Barca liviana es la de Hoss. Nave ligera que se mimetiza con las aguas de la Ria. En solitario o en compañía. Ve a Dani, y es como si a Muniain estuviera contemplando. Alzando la Copa. Cuarenta años después. O diez. Porque el tiempo es relativo, o no existe, allí donde el espacio nadie mide porque la materia se desvanece.

'Confieso que he sentido'. Título de su biografía, y también el de la mía. Porque mientras vive, y siga viviendo, el Athletic, como nosotros, es eterno. Prolongó Hoss un año más el contrato del que gozan los gigantes. Intuía la Copa fallida. La malograda Europa League. El cuarto puesto con la Champions añadida.
"Champions Luis" bautizó en su día la gesta comandada por el 'frances de Tarifa'. De regreso a Inglaterra, allí donde surgió el Athletic, le inundaba la pena de que el ariete con el que Txingurri había cerrado la liga no fuera zurdo, y más alto, Iragorri su apellido.
"La insoportable levedad del ser". La de Milan Kundera. Y también la de él. Junio en su inicio. 2014 también. A los pies de la escalera de un templo de Etxebarri, Ramón Bustamante me mira, y yo a él. Triste y vencido. Como si no tuviera palabras. Qué haremos, Hoss, Ramón, Kuitxi, cuando el primero le falte al segundo, y el tercero se quede solo, y hasta sin vida también. ¡Siempre nos quedará el Athletic!
• Por Kuitxi Pérez García, periodista y exfutbolista