Nico Williams: un silencio incómodo para el Athletic y cómplice con Deco y Joan Laporta

Nunca me han gustado los personalismos, en el Athletic Club nadie está por encima de la institución. Tampoco en el vestuario de San Mamés... Cumplido el primer cuarto del siglo XXI, he aquí a Nico Williams ansioso por vestir la camiseta azulgrana del FC Barcelona de Joan Laporta. Dicen que le ha comunicado al Athletic su deseo de marcharse. Félix Tainta, como a la espera. Mientras Jon Uriarte Uranga defiende impecablemente al club bilbaíno en Madrid y la honorabilidad y justicia de una competición adulterada a capricho y con pleno consentimiento.

Nico Williams, temeroso del ruido, agota los días en el paraíso de las Islas Mauricio haciendo 'bailecitos'. "Que sea el tiempo, su paso, el que juegue a mi favor". Un gurú de 22 años que carece de 'método' y título de 'profesor'. En mala hora dibujó su figura en un muro de Lutxana el artista Carlos López. Nicolás, en el meollo de los valores de un Club que ya no siente como suyo, el Athletic. "Joan... ala Geratu: errespetua galdu duzu".

Se le fue la mano al bueno de Carlos. La "soga en casa del ahorcado". Te quedes o te vayas, el respeto ya lo has perdido. Se equivocó el del borrón. El dardo de su palabra, sin embargo, en boca de tod@s, o de la inmensa mayoría.

Con el Athletic Club y con Jon Uriarte no se juega, Nico Williams

En el Bilbao Athletic militabas cuando en La Florida 'provocabas' a la grada con tus maneras excesivas. Desde el punto de penalti, desde todos los rincones del mimado césped que yo no pude disfrutar porque no eran buenos tiempos para la siembra. Fue entonces cuando te descubrí, sin llegar a enamorarme de tu fútbol efectista. Casi un lustro después, me dicen que te vas al FC Barcelona porque el Athletic se te queda corto. Me pregunto si, más allá de vestir la camiseta, el Athletic Club te habitaba y todo eran recuerdos hermosos que pasaban por tu corazón.

San Mamés, en vilo. Grupo del que me desmarco porque yo no he sentido la tentación de cambiar de camiseta. Te vas. Ya te has ido. No eres, ni serás, quizás porque nunca lo has sido. Desde la lejanía. Allí donde no llega el ruido y cambiando las interacciones de tu Instagram. "Quédate o márchate". Me hacen saber de unas naves quemadas.

"Ihes betea zilegi balitz". Que el deseo de Mikel Laboa no me joda el remate final que tenía preparado. Ese último disparo con la pistola perdida que no encontraron en el bolsillo de Juan Carlos Calderón. La gente, Nicolás, que es muy sentida aún en situaciones tan amargas como la que tú te has procurado...

"Tómame, o déjame, pero no me pidas que te quiera más. Si vas a dejar Lezama, si nos vas a abandonar, hazlo antes de que empiece a clarear".

Cuando el arco descanse e Iribar esté dormido. Cuando el escándalo no sea tu efigie borrada del bello mural pintado por Carlos López. El dardo en la palabra, si no. No haber sido nunca Athletic, sino un meritorio que, impulsado por la inercia de la palanca, aterrizará en el remozado Camp Nou con el que también mienten en la fecha de apertura. Una trola más. Valors...

Y he aquí que en el centro del campo, tu mejor amigo. Ya no tendrás que esperar las convocatorias de Luis de la Fuente para jugar a la Play con Lamine Jamal. Tu sueño parece que se va a cumplir, Nicolás. Larga se te ha hecho la espera. Detrás, aquí, en San Mamés, dejas una familia dividida.

'Jose Iragorri prentsa aretoa'. Esa casa de la palabra en la que jamás se te escapó...

"Kaixo... Arratsaldeon, Gabon, Eskerrik asko... hemendik gutxira gauza izango naz euskeraz egiteko". Tengo la impresión de que cuando te abraces con tu futuro presidente, Joan Laporta, tapando su boca con la mano, te susurrará: "Si como Lamine Yamal lo hace, tú también te expresas en catalán, del Universo culé, su estrella más fulgurante serás"...

"Ni una palabra en euskera, presi". Eso sí, "Obviamente", en todo lugar y momento. Muletilla necesaria. Badoa Nicolás Williams. Beste batzuk etorriko dira. Askoz ere hobeak. Jakina. Noski. Alguien tendría que haberte dicho que, en tu puesto, Alex Berenguer. Y a la hora del talento, la excelencia de Oihan Sancet.

• Por Kuitxi Pérez García, periodista y exfutbolista del Club Portugalete