Que los 3 puntos del Athletic frente al Sevilla no nos lleven a engaño

Estreno con victoria en el inicio de la temporada 2025-2026. Ya era hora. Meritoria y de mucho peso tomando en cuenta el desarrollo del partido, y el nivel de juego ofrecido por el Athletic Club de Ernesto Valverde y el Sevilla FC de Matías Almeyda. Un Sevilla sorprendente. Lejano y cercano. Como al ladito tendremos siempre a Marcelo Bielsa por mucho que se halle al otro lado del Atlántico. No, en cambio, en este partido de 'apertura'. Su espíritu habitaba el banquillo hispalense. O el área técnica, por la que, inquieto, se movía uno más de los contagiados por la fiebre del 'Loco de Rosario'.

Como jugador lo disfrutó en el Mundial 2.000 de Corea-Japón. Como entrenador, aplica en el campo lo mejor que rescató del 'método total' del que tanto disfruté en aquella UEFA Europa League que encumbró al Athletic Club ante la mirada de Sir Alex Ferguson.

Se habla de que el subidón del Sevilla tuvo lugar en el segundo acto. Opinión de la que no participo. Un Sevilla "sorprendente" escribo líneas arriba. Distinto a sí mismo y muy parecido al Athletic que sigo añorando. Hasta el punto de desear que el Athletic estuviera vestido de blanco.

Sólo así habría gozado de un fútbol de pocos toques, intenso, desarrollado a una velocidad bestial. En casa jugaba el Athletic, cierto

Pero un habitáculo sin puertas ni paredes. Sin techo. Un enorme pasillo de 105x68. Grandes espacios por los que los de Almeyda se movían de una manera similar a la que lo hacían los leones cuando se llamaban... Andoni Iraola, Javi Martínez, Iturraspe, Ander Herrera, Susaeta, Iker Muniain...

Pudieron marcar, pero no acertaron, o se encontraban con la figura inmensa de Unai Simón.

Sí lo hicieron, en cambio, los de Valverde, liderados por un Nico Williams 'on fire' que se olvidó de la línea de banda para percutir por la zona de máxima influencia. Como si quisiera saldar la 'deuda' del verano. Un penalti, cuya suerte asumió con más acierto que pericia.

Un balón 'a huevo' para que Maroan Sannadi se estrenara con un gol 'de verdad'. (2-0). Marcador engañoso. Distancia que el Sevilla se empeñaba en recortar con veloces transiciones que rompían las líneas del Athletic. Y en el balcón del área, las continuas amenazas del uno contra uno.

Iba en serio el Sevilla. En realidad lo venia haciendo desde el comienzo.

Sucede que los goles llegan cuando toca, e incluso en la adversidad. La maravilla de Lukebakio arrimó el marcador a la realidad del juego. La acumulación de gente en el área propició la igualada con la zurda de Agoume. Y cuando parecía que el Sevilla se disponía a voltear el marcador, el Athletic rescató unas fuerzas que parecían consumidas, y ese tanto por ciento de fútbol que la grada reserva a su equipo para las grandes ocasiones.

Fue Nico Williams, quién si no. Esta vez por la derecha. Zona caliente. Cerca del primer palo. Robert Navarro se aguantó las ganas de progresar. En el juego de la espera, ganador de una pelota que le llegaba encabritada. Remate de malabarista. Dando un brinco entró la pelota por la escuadra 'corta'.

Tres puntos que no me llevan a engaño con este Athletic...

Mikel González tiene tiempo para reforzar una plantilla con muchos elementos y pocos nombres de entidad. Y el tiempo, su paso, que hace mella. En Yuri Berchiche, muchos años ya en sus piernas castigadas. Vesga e Iñigo Lekue, que cuentan muy poco. Unai Vencedor, al que Valverde lo condena siempre a la derrota.

Galaxy y los años que el Athletic le robó. Demasiado atacante y poco centrocampista de verdad. Peligroso. Temerario el sistema al que Valverde no quiere renunciar. 1-4-2-4. Asumible, en todo caso, cuando Oihan Sancet, el jugador más determinante, sea de la partida.

Porque Iñaki es un 7 o un 9. Nico, un 11. ¿Qué fue de los medios que jugaban por la banda?

Fiar la posesión del esférico, el peso del partido, a la capacidad de Galaxy y Jauregizar es una apuesta condenada a la extinción en el viaje por Europa. Y que Hugo Rincón se haya tenido que ir a Girona para que venga Jesús Areso me parece un despropósito.

Mientras Jesús se traga los cien metros lisos, Rincón, técnico, estilista, defiende con la posesión del cuero que distribuye a sus compañeros y de ellos lo recoge.

P.S.

En la sala de prensa 'Jose Iragorri', Ernesto Valverde destacó la figura emergente de "Rego", como si quisiera decir, Alejandro, te lo 'Ruego'.

• Por Kuitxi Pérez García, periodista y exfutbolista

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— Athletic Club (@AthleticClub) August 17, 2025