De los goles a la ambición

El fichaje de Álvaro Morata refuerza al Atlético de Madrid desde su ambición en esta temporada, con la Liga y la Liga de Campeones, a los goles que avalan al atacante, pasando por el aumento de esa competencia interna que considera indispensable Diego Simeone, por la dotación de más potencia a la plantilla en principio con las mismas piezas, dependiendo del futuro de Nikola Kalinic, y por el fácil encaje del jugador en el equipo.

1 - LA AMBICIÓN:

El Atlético parte de una premisa: competir por todo. No lo ha logrado en la Copa del Rey, despedido inesperada y prematuramente, por primera vez antes de los cuartos de final en la era Simeone, por el Girona, pero aún mantiene dos objetivos abiertos, con las opciones intactas y con las aspiraciones más altas: la Liga, a cinco puntos del liderato del Barcelona, y la Liga de Campeones, con la final en su campo y con el reto de eliminar al Juventus en octavos.

En ese sentido, el fichaje de Morata es una apuesta por la ambición innegociable que asume el Atlético cada principio de curso desde que el técnico argentino tomó el mando de su banquillo y una demostración de las pretensiones máximas de un grupo que no se conforma con nada más que con el éxito, por mucho que enfrente, en la carrera hacia la meta, se cruce con los mejores bloques europeos.

Es un refuerzo cualitativo para cada jornada de la Liga y para la eliminatoria que afrontará en febrero con la Juventus por una plaza en los cuartos de final de la Liga de Campeones. Con la duda de Diego Costa, por la operación en el quinto metatarsiano de su pie izquierdo, Morata toma un papel protagonista para sus posibilidades.

2 - LOS GOLES:

La oportunidad que le ha surgido -y ha aprovechado- al Atlético en este mercado de invierno incide en un aspecto en el que el equipo necesita más, dependiente de forma indudable del francés Antoine Griezmann, su estrella, su máximo goleador en cada una de las cinco temporadas que lleva en el club, incluida la actual, y el futbolista que marca la diferencia en ese sentido entre toda la plantilla.

De los otros delanteros específicos del equipo en este curso, Diego Costa es baja desde diciembre, aunque antes, en sus quince choques de esta temporada, los quince desde la alineación titular, había marcado cuatro goles, dos de ellos concentrados en la Supercopa de Europa del pasado mes de agosto, mientras que Nikola Kalinic ha anotado otras tantas dianas, concentradas en sus nueve últimos duelos, tras 19 encuentros disputados, once de inicio.

Morata se presenta en el Atlético como un recurso más para el gol. Ha marcado 95 en su carrera profesional entre el Real Madrid, la Juventus, el Chelsea y la selección española en un total de 267 encuentros. Su mejor curso en ese sentido fue en 2016-17, cuando anotó para el conjunto blanco veinte tantos en 43 encuentros. En el primer semestre del actual ejercicio, aportó nueve goles al Chelsea.

3 - LA COMPETENCIA:

Diego Simeone siempre remarca la "competencia interna" como un motor esencial para el Atlético en cada temporada, porque desde ahí surge y crece el mejor nivel colectivo e individual para asaltar los ambiciosos objetivos que se plantea el equipo. A más competencia en sus jugadores, mejor rendimiento contra sus adversarios.

Morata la aumenta sin discusión en la posición de delantero, con Diego Costa, el titular indiscutible sí o sí para Diego Simeone en esta campaña al lado de Antoine Griezmann salvo cuando las lesiones le han apartado de la competición, como ocurre ahora, cuando se recupera de la operación del quinto metatarsiano, y con Kalinic, que se mantiene en la plantilla y aporta características diferentes.

Es una opción que multiplica el ataque del Atlético, que no permite la más mínima relajación ni para él ni para Diego Costa, su amigo y compañero en la selección, en la intensa competencia que se prevé para el puesto en juego en el once como goleador al lado de Griezmann, el único hoy por hoy fijo en la delantera rojiblanca.

4 - EL ENCAJE:

Por su estilo, por su experiencia, por su conocimiento de la Liga española y de la competición en clubes del máximo nivel, por sus cualidades de velocidad, juego aéreo y disparo, por la propia confianza que tiene en él Simeone -el Atlético ya preguntó para ficharle al Real Madrid antes de su traspaso al Chelsea-, por su experiencia ganadora, campeón de todo a sus 26 años, su adaptación y encaje en la estructura del equipo se prevé que será inmediata.

Es un fichaje que está listo para jugar desde el primer momento, con todo lo que supone tal afirmación en un conjunto como el Atlético, de cuya exigencia para cada nueva incorporación hablan los hechos pasados; por ejemplo que Griezmann tardó cuatro meses en ser un titular indiscutible o que otros jamás lo consiguieron o necesitaron aún más tiempo para agarrar una plaza en el once.

En ese sentido, Morata es un caso similar a Diego Costa o Fernando Torres cuando iniciaron sus segundas etapas en el club, adaptados a toda velocidad, sin periodos de aclimatación, para ayudar desde el primer momento al conjunto rojiblanco sobre el césped. Además, tiene otra ventaja: su amistad con varios de sus nuevos compañeros con los que coincide en la selección.

5 - LA PLANTILLA:

La plantilla gana potencia... Y mantiene efectivos: 20. Es un simple cambio Morata por Gelson Martins en este enero. Salvo giro de última hora, no saldrá Kalinic, el otro nombre que había surgido para hacer hueco económico al atacante madrileño en el equipo, dentro del límite salarial, pero del que al final no ha sido necesaria su marcha, porque el Atlético empleará otra fórmula: la venta de Jonny Otto al Wolverhampton, en el que ahora está cedido.

La llegada de Morata sólo era posible con la salida de dos jugadores, en este caso Gelson Martins más el lateral que fichó el pasado verano y que lo cedió directamente al club inglés. No había otra solución para cuadrar las cuentas en la plantilla del Atlético, que prescinde de un futbolista que no estaba en ella y de otro secundario en el equipo en el primer semestre de competición.

Gelson Martins, con doce encuentros disputados, sólo cuatro de titular -incluidos los dos de dieciseisavos de la Copa del Rey ante el Sant Andreu-, es el jugador de campo de la plantilla que menos minutos ha jugado hasta ahora, con 483. Ha marcado un gol.