Nicolás Ibáñez, un goleador con miedo a los aviones
Gustavo Borges
México, 5 jun .- El goleador argentino Nicolás Ibáñez, nueva pieza del Atlético de Madrid, es un joven de 24 años que tiene miedo a los aviones y tratará de hacerse un lugar en el equipo colchonero con goles en la Primera división del fútbol mexicano.
Ibañez será anunciado el 1 de julio como ficha del 'Atleti' luego de haberse convertido en el líder de la ofensiva del San Luis, que hace hoy un mes subió a la Primera división en México al derrotar a los Dorados de Sinaloa del entrenador Diego Armando Maradona.
Originario de Santa Fe, "Nico" llegó a México a inicios de 2018 para jugar con el San Luis, sucursal del Atlético madrileño, y no necesitó tiempo de adaptación. Con anotaciones de pierna derecha, de zurda, de cabeza y en jugadas prefabricadas pronto se ganó la titularidad y acabó el torneo Clausura con siete goles.
Sin embargo su mejor fútbol apareció después del verano pasado. Con el San Luis convirtió ocho dianas en el Apertura y se convirtió en referente del cuadro dirigido por el mexicano Alfonso Sosa que ganó el campeonato.
Con facilidad para acoplarse con sus compañeros, en el Clausura Ibañez ganó el título de mejor goleador del Ascenso con 11 dianas y ayudó al San Luis a renovar su reinado y firmar así el regreso a la Primera división en la que reaparecerá el próximo mes de julio en el Apertura 2019.
En San Luis Potosí, centro de México, Ibáñez se ganó a los hinchas con su instinto asesino en el área, sin embargo fuera de la cancha fue un hombre alejado de los reflectores.
Según sus compañeros de equipo, en estos meses vivió como un mexicano más que, a pesar de ser un obsesivo consumidor de mate, apreció la comida con picante y fue común verlo comer tacos, enchiladas potosinas y quesadillas, platillos típicos de México.
Si bien en los partidos del San Luis se transformó en un depredador ofensivo, en los encuentros de gira la imagen de héroe se desdibujó en el rostro de Ibáñez al sufrir el único terror que, según el escritor colombiano Gabriel García Márquez, los hombres latinos confiesan con orgullo de machos: el miedo a volar.
Los duelos de visita se convirtieron en la pesadilla del futbolista que una semana sí y otra no insistió en convencer al entrenador Sosa para que lo dejara viajar en autobús, pero nunca lo logró porque hubiera implicado cansancio y alejarlo del grupo.
A veces tomó pastillas para dormir en el aire, pero pisar tierra y llegar a los estadios fue para el argentino regresar a su hábitat natural y con velocidad, buen juego aéreo y movimientos rápidos delante del arco, ayudó de la mejor manera, con goles.
Formado en el Gimnasia y Esgrima de Argentina, Ibáñez es un delantero de buena constitución física que antes de debutar en España permanecerá en el San Luis, ahora a préstamo, y será una de las figuras a seguir en el Apertura.
Si mantiene su ritmo goleador es probable que los colchoneros lo llamen a sus filas, pero de momento se le verá en el campamento del San Luis con su termo con mate caliente y una sonrisa casi pueril que se transformará solo en dos casos, frente a las porterías rivales y cuando sea derrotado por su miedo prístino, el que le tiene a los aviones.