Una debacle de otra época
-
Ridículo histórico
-
Tres culpables y un señalado: ¿y ahora qué, Simeone?
-
Simeone: "La responsabilidad es absolutamente mía"
En un estadio con nombre histórico, el Reino de León, el Atlético de Madrid pareció subirse a una máquina del tiempo al ser eliminado de la Copa del Rey por un equipo de Segunda División 'B', la Cultural y Deportiva Leonesa, una debacle que recordó a otras épocas rojiblancas muy diferentes a la actual.
¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!
¡CUUUUULTURAAAAAAL!#CulturalLeonesaAtleti pic.twitter.com/GIilV4SksI— Cultural y Deportiva Leonesa (@CyDLeonesa) January 23, 2020
No pareció el duelo de anoche un encuentro del Atlético que ha construido en los últimos años el entrenador argentino Diego Pablo Simeone, un equipo que nunca regalaba un ápice de competitividad y creía hasta el final en sus posibilidades.
El Atlético desperdició su gol inicial para terminar cayendo en la prórroga
Ayer resultó al contrario: fue la Cultural la que creyó en sí misma para levantarse después del tanto del argentino Ángel Correa en el minuto 62 yendo al ataque hasta atrincherar en campo propio a todo un grande europeo hasta que encontró la igualada, en una volea de bella factura del lateral Julen Castañeda a 7 minutos del final.
Reaccionó el Atlético, que fue al ataque pero se golpeó con el meta francés Lucas Giffard, quien en su segundo partido de la temporada regaló paradas de todos los colores: a los mano a mano de Víctor Machín Vitolo o el serbio Ivan Saponjic y a los cabezazos del portugués Felipe o Saúl.
Hasta el 'nunca dejes de creer' que el Atlético ha adoptado como divisa en los últimos años, cambió de bando para sumarse al conjunto leonés, que aún con los problemas físicos que sufrió en el tiempo añadido fue capaz de lanzar un contragolpe mortífero que el delantero Sergio Benito empalmó con brillantez para batir al meta rojiblanco.
La última vez que el Atlético fue eliminado por un Segunda B, el entrenador fue despedido
En León, el Atlético se subió a una máquina del tiempo que le dejó en el prólogo de la era Simeone: la última vez que fue eliminado en la Copa por un Segunda B fue un 21 de diciembre de 2011 ante el Albacete. En aquella edición sufrió dos derrotas: 2-1 en el Carlos Belmonte y 0-1 en el Vicente Calderón. Dos días después, comenzó la 'era Simeone'.
Aquella eliminación fue la puntilla para el entrenador de entonces, Gregorio Manzano, destituido al día siguiente de aquella derrota. El conjunto marchaba décimo de la clasificación liguera y había sufrido cuatro derrotas en los cinco últimos encuentros con el entrenador jienense.
Dos días después, el Atlético confirmó la llegada de Simeone, que el día previo había presentado su renuncia al Racing de Avellaneda argentino. El mismo equipo que había naufragado en la Copa, se convirtió en campeón de la Liga Europa a final de temporada.
Si la derrota de ayer hubiera sucedido en otras etapas del Atlético, es muy probable que la continuidad del entrenador pendiera de un hilo. A día de hoy, esto no parece probable, al menos a mitad de temporada.
Pero sí supone poner una sombra de duda sobre el conjunto de la plantilla. A excepción de Jan Oblak y de Álvaro Morata, descartados por decisión técnica. Y de los lesionados Koke Resurrección, Diego Costa, José María Giménez y Kieran Trippier. El once que el Atlético puso sobre el césped en el Reino de León ofrecía garantías suficientes para superar la eliminatoria.
Media plantilla, señalada tras la debacle
No fue así, porque ni los delanteros tuvieron la contundencia necesaria para evitar un desenlace tan ajustado, ni los centrocampistas Marcos Llorente, Saúl Ñíguez y el mexicano Héctor Herrera controlaron el juego. Tampoco Santiago Arias fue capaz de detener a Gudiño cuando dio el pase para el 2-1, ni los centrales detectar a Benito en el remate del gol definitivo.
Son muchas culpas a repartir, muchos debes en una plantilla, difíciles de solucionar aun con la llegada de un delantero de renombre internacional como el uruguayo Edinson Cavani. El 'Matador', si llega, aportará contundencia, pero al Atlético le faltaron otras muchas cosas en el Reino de León.
En cualquier caso, el calendario no permite a los rojiblancos tomarse ni un minuto para lamentaciones. Esta tarde, a las 18.00 horas, vuelven a entrenar de cara al duelo liguero del domingo, donde recibirán al CD Leganés.
A ocho puntos de desventaja del Barcelona y el Real Madrid, empatados en la cúspide del campeonato, los rojiblancos no pueden permitirse perder más puntos. Un tercer tropiezo consecutivo tras caer en Eibar y León sí sería volver al Atlético de otras épocas, un escenario hasta ahora impensable en la 'era Simeone'.