La anécdota más emotiva del Kun con el Atleti: "Mi madre acabó llorando, quería mandarlo a freír churros"
El Kun Agüero llegó al Atlético de Madrid como un joven de 18 años y se marchó, prácticamente, como un jugador para la historia. El delantero, ahora en el Manchester City, ha recordado su llegada al Calderón junto al streamer Ibai Llanos y ha confesado una de las anécdotas más emotivas, y a su vez divertidas, con la camiseta rojiblanca.
Entre risas y bromas junto al conocido personaje Ibai Llanos, el Kun Agüero recordó sus inicios en el fútbol y el momento concreto en el que se marchó al Atleti. "Honestamente, yo no me quería ir de Argentina, era muy joven, tenía 18 años y no sé, soy muy familiar, sabía que, si me iba, iba a perder mi conexión con mi familia, pero al final mis compañeros de Independiente me dijeron que tenía que irme, que era lo mejor para mí, que iba a España… obviamente todos tenemos que tomar una decisión, pero en ese momento no quería", comenta el futbolista.
Para Agüero el día más complicado fue el de su firma, momento en el que vivió uno de esos momentos difíciles de olvidar. "El día que fui a firmar, iba con mi madre y mi padre, mi vieja se puso a llorar, no sabía ni qué hacer. Recuerdo que uno del Atleti le dijo “señora, que ahora con Skype puedes verlo”... Mi mamá lo quería mandar a freír churros. Mi madre le dijo que eso no tenía nada que ver con vernos personalmente".
Posteriormente, Agüero confesó que el primer día que estaba en el Atlético de Madrid, tuvo un serio contratiempo con un coche... y no podía olvidarlo.
"Llegué con 18 años, llevaría allí 15 días. El club me dio un KIA, que era el sponsor por entonces. Me dan un coche para que vaya a entrenar y al hotel. Llega uno del club, con un KIA pero no con el que me habían dado a mí, sino uno lindo. Le digo al chaval, ¡ey, ¿lo puedo manejar?! Y me dijo sí, sí, pero ten cuidado, no tiene el registro… Era un coche nuevo, quería pisarle y recuerdo que el puente del Calderón, nos íbamos para China ese día, llegando ahí, inconscientemente, miro para ver el Calderón y cuando miro a la carretera, frenan todos los coches, no frené y se la puse a uno, a un viejo, se la di mal y mal. Apenas llegué y choqué el coche. Me quería matar", cuenta.