Resurrección final en San Siro
Con una nueva remontada culminada en el tiempo añadido, tras una batalla que duró cien minutos en San Siro, el Atlético de Madrid enderezó este martes su camino en la UEFA Champions League gracias a un valioso 1-2 contra el Milan, decidido por un gol del francés Antoine Griezmann y un penalti transformado en el minuto 96 por el uruguayo Luis Suárez.
Tras las épicas victorias contra el Espanyol, con gol decisivo en el 99, y contra el Getafe, lograda en el 90, y el revés evitado ante el Villarreal en el 95, el Atlético de Diego Pablo Simeone se confirmó infinito. Sacó su alma competitiva, tras un mal arranque y el gol de la ventaja milanista del portugués Rafael Leao, y remontó para colocarse segundo en solitario, con cuatro puntos, a dos del Liverpool, líder con el pleno tras su contundente 5-1 al Oporto.
El Atlético de Madrid, otra vez a la heroica
La solución del Cholo a la falta de brillantez ofensiva vista en los últimos tiempos, con solo dos goles en cuatro partidos, fue un once superofensivo en los últimos 25 minutos contra un Milan al que se le iba agotando la gasolina. Griezmann, Suárez, que rompió su sequía europea a domicilio que duraba desde hacía 25 partidos y seis años, Correa, Rodrigo de Paul y Thomas Lemar, todos en el campo a la vez, construyeron una remontada clave para evitar que se le complicara notablemente la campaña europea.
Eso sí, sufrió el Atlético en su regreso a San Siro, el estadio en el que perdió hace cinco años la final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid, ante el ritmo de un Milan que, con la confianza disparada tras un gran arranque de temporada en la Serie A, salió a morder.
Un ritmo intenso que, en los primeros compases del encuentro, también contagió al Atlético, provocando la rabia de un Simeone que salió con un 3-5-2 y que revolucionó su alineación con el paso de los minutos en el intento de adaptarla a los distintos momentos del choque.
Su equipo, que llegaba a San Siro con un solo triunfo en los últimos cuatro partidos, con dos goles marcados, no pudo contener el ímpetu milanista pese a los tres centrales alineados por Simeone, el español Mario Hermoso, el brasileño Felipe Monteiro y el uruguayo José María Giménez.
El meta esloveno Jan Oblak lo sostuvo con una gran parada en el minuto 19 en un mano a mano con el croata Ante Rebic, pero nada pudo hacer un minuto después, cuando Leao le fulminó con un disparo cruzado, raso, que acabó al fondo de las mallas tras pasar por debajo de las piernas de Giménez para el 1-0 del Milan.
Al ritmo del español Brahim Díaz, brillante en la línea de tres cuartos, el Milan asustaba al Atlético, pero el encuentro cambió a la media hora, cuando Frank Kessie vio una doble e ingenua amonestación. El Atlético, con un 0-1 adverso y un hombre más, dejó su pasividad e intentó ganar metros. Apoyado por la zancada de Marcos Llorente, empezó a generar peligros.
El camino lo enseñó el 'Pistolero' Suárez, al tiempo que Simeone intentaba mezclar las cartas para romper el muro defensivo milanista. El Cholo cambió al inglés Kieran Trippier para dar paso al portugués Joao Félix antes del descanso y pasar a un 3-4-3. Durante el descanso, decidió aportar más cambios y pasó a una defensa de cuatro, con el brasileño Renan Lodi por Mario Hermoso y el argentino Rodrigo de Paul por el belga Yannick Carrasco.
La presión de su equipo aumentaba, aunque el Milan compitió con compromiso y organización, sin renunciar a buscar ataques peligrosos. Una magistral chilena de Leao contra el larguero, tras una asistencia del meta Maignan, fue el ejemplo más claro del espíritu del Milan.
Suárez fue el elemento innegociable en un once que acabó superofensivo, con Antoine Griezmann y Thomas Lemar también en el campo en busca del empate.
Griezmann y Luis Suárez, sobre la bocina
Tras más de cincuenta minutos con diez, al Milan empezó a poderle el cansancio y el empuje del Atlético se hizo irresistible, hasta que, en el 84, Griezmann sorprendió a Romagnoli y remató de volea una asistencia de Renan Lodi.
Los últimos minutos fueron un monólogo del Atlético que acabó con un penalti otorgado por el VAR por una mano del francés Pierre Kalulu en el área. Suárez, que no marcaba desde 2015 a domicilio en Liga de Campeones, disparó por el centro, superó a Maignan y dio el triunfo a un Atlético infinito.