El Atlético de Madrid se mide a su fichaje frustrado en Osasuna y amenaza: "Me debo a este club"
El Atlético de Madrid se mide este sábado a Osasuna, club de un viejo objetivo rojiblanco como el Chimy Ávila. El delantero argentino estuvo en los planes del club hasta que sufrió una grave lesión en enero de 2020 que le sacó de los planes del conjunto colchonero e inició un duro proceso de rehabilitación que, con otro palo por medio, ha culminado ya esta temporada por completo.
En un Osasuna-Levante, un 24 de enero de 2020, al atacante se le quedó la pierna clavada en el suelo y los exámenes médicos confirmaron las malas noticias. El Chimy se rompió el ligamento cruzado de la rodilla izquierda y se perdió lo que quedaba de temporada, a pesar de su aplazamiento por la llegada del coronavirus. En el mejor momento de su carrera, se esfumaban las posibilidades de marcharse a equipos como el Atlético o el Barcelona.
Ese verano volvió a los entrenamientos y, tras tener minutos en un amistoso, volvió a caer en una sesión en Tajonar. La mala suerte estaba contra él y esta vez fue en la rodilla derecha donde sufrió otra rotura del ligamento cruzado que le obligaba a empezar de cero.
De ahí al 3 de abril de 2021, cuando llegaría su retorno definitivo. El Chimy Ávila tuvo sus primeros minutos en LaLiga Santander más de un año después y seguiría cogiendo ritmo en los últimos encuentros de dicha campaña.
El Chimy, de nuevo en el camino del Atlético de Madrid
Esta temporada ya se ha asentado como titular en los esquemas de Arrasate, normalmente pegado a la banda derecha, lo que ha bajado sus cifras de goles pero no su aportación al equipo. El rosarino se mide este sábado al Atlético de Madrid como una de las principales amenazas de Osasuna y, dentro del campo, no quiere pensar en aquel interés colchonero.
"Lo afronto como jugador de Osasuna que soy, y voy a defender la camiseta rojilla como hago cada fin de semana. Más allá de lo que se haya podido comentar, yo me debo a este club", declaró el futbolista esta semana en rueda de prensa.
El ADN Simeone es parte también de la personalidad del Chimy Ávila, un jugador con una mentalidad sin la que no se explica el haber vuelto al más alto nivel tras dos roturas de cruzado: "Quizás es el terreno donde más me gusta jugar y lo disfruto muchísimo, siempre con cabeza y con los pies en la tierra”.