Joao Félix, Simeone y la ansiedad: excepcional con el Chelsea hasta la expulsión
A Joao Félix se lo comió la ansiedad por hacerlo bien. Se vio libre, haciéndolo bien, siendo el líder de su equipo y fue con demasiado ansia a un balón dividido. Se llevó por delante a Tete y con una triste tarjeta roja se terminó su debut. Un inicio prometedor, porque dotó de otro aire al ataque 'Blue', pero cercenado por una mala decisión y una entrada terrorífica.
En el minuto 58, Joao Félix fue con al pierna a la altura de la rodilla y deslizándose contra Tete. Era un intento a la desesperada de recuperar un balón muerto. Se pasó de revoluciones y se llevó al jugador por delante, por suerte, sin alcanzarle en la pierna.
La atención rápidamente se dirigió al colegiado, que fue reprendido por los jugadores del Fulham y por la afición, que pedía el "fuera, fuera". Tras buscar al ex del Atlético de Madrid por el campo, le enseñó la roja. No hubo quejas ni reproches, Joao Félix se fue por una de las esquinas de Craven Cottage ante las risas del público, que recordaba al Chelsea que ni todos los millones del mundo podían evitar esas situaciones.
Se terminó así un partido para el futbolista luso que estaba siendo excepcional hasta ese momento. El portugués estaba llevando la batuta en ataque de los suyos, estaba desatascando el medio con cambios de ritmo y estaba rompiendo estadísticas. A los 34 minutos, el Chelsea ya llevaba más de 11 disparos, la media del equipo en los partidos completos.
Varios de estos tiros pertenecían a Joao, que lo probó varias veces sin puntería y cuyo mejor gesto del partido llegó nada más empezar. En el primer balón que tocó, le tiró un caño en carrera a Ream y le dejó la pelota a placer a Kai Havertz. Ni el alemán ni el joven Lewis Hall atinaron a marcar en posiciones inmejorables. Cuán diferentes hubiera sido el partido si esa oportunidad hubiera tenido un final diferente.
Pero no lo tuvo. El portugués se fue en el minuto 58 y el Chelsea perdió un encuentro más, el tercer consecutivo, el que puede provocar que la era del portugués en el conjunto inglés comience con un cambio de entrenador.