Simeone por fin encuentra a los dos jugadores más básicos y necesarios del Atlético de Madrid
El fútbol a veces es más básico de lo que parece. También caprichoso e injusto. El Atlético de Madrid ha tenido esta temporada partidos en los que ha acumulado 20 disparos para marcharse de vacío y otros, en cambio, en los que ha ganado con lo justo. En este último grupo está el triunfo ante el Celta, en el que en inferioridad numérica se bastó de un gol de Memphis Depay en el tramo final para afianzarse en la cuarta posición.
Y todo ello con dos piezas claves: Jan Oblak y Memphis Depay. Porque más allá de una defensa que concede menos que antes, de un centro del campo que no termina de dominar pero al menos no se resquebraja y de una delantera que aún no genera todo lo que debería, Simeone encontró ante el Celta lo más básico del fútbol: un '1' y un '9'.
El Atlético de Madrid y lo más básico: un portero y un 9
Dicho en otras palabras: un portero que las para y un delantero que mete la que tiene. Oblak fue sin duda el MVP del partido de Balaídos, con varias intervenciones de muchísimo mérito. Sacó sobre la línea un mano a mano a Iago Aspas, hizo dos paradas valiosas a Carles Pérez y hasta impidió el gol de Reinildo a bocajarro en su propia portería. El esloveno lleva bastantes meses lejos de su mejor nivel, pero en Vigo demostró que no se le ha olvidado parar.
Y si un equipo necesita un portero determinante, también necesita un delantero determinante. Ante el Celta fue Depay, reivindicando más oportunidades. Si bien es cierto que el neerlandés no parece estar en su mejor estado de forma, también hay que destacar que tuvo una y la metió dentro. Con algo de suerte, sí, tras un rebote y una jugada individual de Carrasco, a la media vuelta, pegándole mordida y con Iván Villar algo lento de reflejos. Pero vale igual.
El fútbol es tan complejo que a veces se reduce a los dos extremos. A ser determinante en las áreas, eso que tantas veces le ha faltado al Atlético este curso y que dejó atrás en Vigo. Al menos durante un día.