El Atlético de Madrid vivió este martes una de las situaciones más crueles del mundo del fútbol. Tras ir ganando durante casi todo el encuentro, los colchoneros vieron cómo la Lazio empató en el último suspiro gracias a un gol del portero romano. El gol además, vino acompañado de polémica. Los atléticos reclaman una falta a Correa en la acción previa al tanto del empate.
Discurría el minuto final del duelo cuando Ángel Correa vio cómo su carrera quedaba cortada por un agarrón en su camiseta. El árbitro esloveno encargado de impartir justicia, Slavko Vincic, no observó nada punible. El argentino, con las pulsaciones a mil por hora, no entendía nada y terminó llevándose la amarilla por protestar ante el asombro de todos los rojiblancos.
Acto seguido, los biancocelesti forzaron el córner que ha sido el motivo de las pesadillas para los de Simeone. El lanzamiento desde la esquina al primer palo es repelido por Hermoso y despejado a banda por Saúl. Ahí recoge el balón Cataldi que juega a la esquina del área para Luis Alberto. El español mete un balón al segundo palo donde aparece, completamente por sorpresa y libre de marca, Provedel para poner el 1-1 en el marcador desatando la locura de unos y la ira de otros en el Stadio Olímpico de Roma.
Las reacciones al tanto del empate no tardaron en llegar tras el pitido final. Todas en la misma dirección: la falta previa a Correa con la que se hubiera llegado al final sin sobresaltos. El primero fue Simeone en rueda de prensa. "Del lado donde estamos nosotros no podemos hacer nada, se ve claro el agarrón a Correa y es una acción en nuestra contra", reconoció el técnico argentino, muy crítico con la decisión arbitral.
Los jugadores colchoneros también lo vieron claro dentro del terreno de juego. "Hay falta sobre Correa, lo hemos visto en el vestuario y se nota que hay un agarrón del jugador del Lazio y la falta es al contrario, no entendemos eso", fueron las palabras de Samu Lino como portavoz del enfado del vestuario atlético.
No solo está la falta a Correa, también los malos cambios que realizo y lo último echarse atrás como siempre hace Simeone.
Y el bar para qué vale, para tomar copas