Simeone elogia a Saúl y lanza un palo a Joao Félix tras remontar ante el Cádiz: "Es un premio a la humildad"
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Simeone reconoció el trabajo de sus futbolistas
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Atlético - Cádiz: resumen, análisis y crónica
Diego Pablo Simeone se llevó una importante victoria ante el Cádiz, como el reconoció gracias a los goles que llegaron en momentos puntuales para dar "fuerza al equipo. A su vez no dudó en elogiar a su futbolista Saúl Ñíguez elogiando su trabajo basado en "humildad y no darse por vencido".
El técnico comenzó elogiando el trabajo que lleva realizando su equipo en partidos importantes. En lo que respecta a la remontada recalcó que no era fácil por los dos goles recibidos y que sus pupilos, "con tranquilidad", encontraron el camino para vencer.
Simeone se mostró encantado con su equipo
Explicó que no les dijó nada ni él ni su cuerpo técnico más allá de lo que habían visto en el primer tiempo, en referencia a las ocasiones que tuvieron en los primeros minutos. Con respecto a los goles que ejecutaron Ángel Correa y NahuelMolina. Del primero recalcó que "vino bien para darnos fuerza" de cara al segundo tiempo. El del empate reconoció que llegó en un gran momento porque les "generó tiempo para jugar el partido" y el de la remontada sencillamente lo catalogó de "golazo".
Uno de los nombres propios que salió a la palestra es el de Saúl Ñíguez. El mediocampista está mostrando un gran nivel y así lo reconoció su técnico. "Lo de Saul es un premio a la humildad, a no darse por vencido porque pasó años complicados. Fue a Chelsea y no fue como él hubiese querido. Volvió y no jugó el tiempo que él habría querido. Pero nunca dejó de entrenar, de trabajar y ser positivo. Esto se termina pagando y nosotros estamos para que cuando se entregan darle la posibilidad. Se la dimos y está trabajando de la mejor manera. De mediocentro, interno, segunda línea muy bien y ojalá que lo pueda mantener en este nivel y en esta regularidad porque este trabajo que hizo merece lo que está viviendo". Unas claras referencias a lo vivido con Joao Félix en los que el jugador y entrenador no parece que hayan llegado nunca a conectar con lo que exigía el técnico a su pupilo.
