Conor Gallagher y su picardía en Vallecas: fingió una lesión para poder ponerse el moño
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Anotó el gol del empate en Vallecas
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Gallagher utilizó la picaresca con su moño
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El Atlético de Madrid tropezó en Vallecas en un nuevo partido con críticas para Sorloth o Julián Álvarez. Ambos delanteros no consiguen integrarse del todo en el equipo del 'Cholo' Simeone como sí ha hecho Conor Gallagher, que anotó el tanto del empate y ya se ha ganado el cariño de sus aficionados.
El ex del Chelsea ya lleva dos goles con el equipo rojiblanco y está demostrando una gran experiencia en el medio campo pese a su juventud (24 años). Una experiencia que no sólo se nota en su juego, sino también en su picardía, como se pudo ver en Vallecas.
La picardía de Conor Gallagher con su moño
Durante la celebración del empate del Atlético de Madrid, la locura se apoderó de los jugadores. Todos eran una piña y querían abrazar a Conor Gallagher después de su golazo. Tanta era la tensión que incluso Koke, capitán del equipo, comenzó a agarrar del moño al inglés, zarandeándolo de un sitio a otro.
Esto provocó que Gallagher perdiera la firmeza de su moño, al que había dado tanta importancia en la previa colocándoselo en varias ocasiones. Conor intentó colocarse el moño pero, en su intento, rompió la coleta, lo que le obligó a jugar con el pelo suelto en un primer momento.
Una situación que no le estaba gustando nada y ante la que tomó una decisión que captaron las cámaras de 'El Día Después' de 'Movistar+'. Gallagher se tiró al suelo del césped de Vallecas fingiendo una lesión con la intención de ganar unos segundos para arreglar la coleta y colocarse el moño.
😅 El moño de Conor Gallagher.#ElDíaDespués pic.twitter.com/d6a1MEHMDR
— El Día Después en Movistar Plus+ (@ElDiaDespues) September 24, 2024
Sus compañeros se dieron cuenta al instante de lo que estaba intentando el inglés, al que protegieron frente al árbitro. Melero López le pidió que se levantara del terreno de juego mientras Koke le aseguraba que había tenido un problema en sus isquiotibiales. Una inteligente decisión que permitió a Gallagher colocarse la coleta mientras sus compañeros se partían de la risa.
