Han pasado ya dos días desde que se celebrara el Derbi madrileño en el Metropolitano. El Atlético de Madrid – Real Madrid se sentenció con un 1 – 1 al que nadie ha prestado atención. Todas las portadas están con la mirada puesta en la vergüenza que se vivió durante el partido en el fondo en el que se encuentra el Frente Atlético.
El lanzamiento de mecheros provocó la suspensión del partido en primera instancia. En segunda, una ola de preguntas, reflexiones y críticas alrededor del club sobre lo que se debe hacer con este grupo de ultras. Gil Marín prometió hace 10 años acabar con este conjunto de gente, pero esta expulsión no ha llegado.
Tal y como podemos ver en el vídeo que encabeza en la noticia, se tienen que dar varias premisas. La primera de todas, seguramente la clave es: querer hacerlo.
El Real Madrid y el FC Barcelona echaron a sus grupos de ultras hace muchos años. Una decisión controvertida y en la que tuvieron que reconvertir sus gradas en zonas de animación para que el ambiente no decayera. Parece que el Atlético no se ha querido deshacer de esto y por ello se vieron momentos tan críticos como los vividos en el estadio colchonero el domingo pasado.
Para echarles, lo primero que hay que hacer es querer hacerlo. Sin embargo, los capitanes del Atlético y el entrenador fueron a negociar con ellos en pleno partido. Al finalizar, fueron a cantar con ellos y a celebrar un empate. En rueda de prensa se fue claro con Koke: “¿Crees que el club debe echar al Frente Atlético?” “¿Al Frente Atlético? El club tendrá que hacer lo que deba hacer con sus aficionados.”
Mientras tanto, mantienen privilegios dentro del club. Por ejemplo, el Atlético no llamó a la Policía en el momento que se había suspendido un partido −de Primera División contra el Real Madrid− debido a mecherazos y lanzamiento constantes de objetos contra un jugador.