El Atlético de Madrid se prepara para un verano agitado en el mercado de fichajes, y uno de los nombres que puede resultar clave en las operaciones es el de Rodrigo Riquelme. El centrocampista rojiblanco podría convertirse en la pieza determinante para facilitar la llegada de Álex Baena, uno de los grandes objetivos del club colchonero, procedente del Villarreal.
La dirección deportiva del Atlético, con la mirada puesta también en el argentino Cuti Romero, considera a Baena una incorporación prioritaria para reforzar una banda izquierda que no ha terminado de consolidarse esta temporada. Por su parte, al Villarreal le gusta el canterano colchonero, por lo que ambas partes podrían llegar a entenderse.
Rodrigo Riquelme no ha logrado asentarse en los esquemas de Simeone, a pesar de haber contado con oportunidades durante el final del curso. Ha participado en 26 partidos oficiales, acumulando 846 minutos, un gol en la Copa del Rey y una asistencia en LALIGA.
Su perfil, sin embargo, encaja perfectamente en la filosofía del Villarreal: jugador técnico, con desborde, visión y creatividad, además de experiencia en clubes como el Atleti o el Girona. A sus 25 años y con contrato hasta 2028, su valor de mercado ronda los 18 millones de euros, una cifra que podría ayudar a rebajar el coste de la operación Baena.
Desde Villarreal se observa con interés la posibilidad de incorporar a Riquelme. Aunque todavía no hay una negociación cerrada, su nombre está sobre la mesa como parte de un posible trueque o, al menos, como moneda de cambio para suavizar el montante económico del fichaje del internacional español, como señala el Diario AS.
Álex Baena es la gran prioridad del Atlético de Madrid para la próxima temporada. El centrocampista del Villarreal, de 23 años, ha brillado en LALIGA con seis goles y ocho asistencias en 28 encuentros. Su rendimiento y juventud lo convierten en una apuesta de presente y futuro. Las últimas informaciones de Rubén Uría apuntan a que ambas partes se han reunido para mostrar el interés mutuo.
Baena tiene contrato hasta 2028 y una cláusula de rescisión de 60 millones, aunque las primeras cifras que se manejan para cerrar la operación rondan los 45 millones, según el periodista. En el pasado, ambos clubes han sabido entenderse en operaciones importantes, como la de Sorloth. Precisamente fue ahí cuando se estableció un derecho de tanteo preferencial por el extremo que también podría facilitar las cosas.
La clasificación final del Villarreal en la competición doméstica, especialmente si no logra el billete a la Champions, también podría allanar el camino hacia el Metropolitano, con la mente puesta en el Mundial 2026.