El Cádiz hace los deberes

En Segunda B hay que llevar siempre en la maleta el traje de faena aunque el partido en principio requiera el esmoquín. Esa es la lección que se llevan los de Barragán del partido en el Benito Villamarín. Sufrieron los amarillos en la primera mitad ante un buen Betis B. Luego el Cádiz CF hizo lo que tenía que hacer. Ganar. No había ninguna excusa para no vencer en un campo como el de la Avenida de la Palmera. 

Aún así, enfrente se encontraba uno de los mejores equipos a los que se han enfrentado los amarillos. El Cádiz volvió a demostrar que su guerra está en otros campos de batalla. Los futbolistas gaditanos encontraron un espejo como rival. Un equipo más joven pero muy parecido en la propuesta que define a los de la Tacita. Querían el balón los de Merino, pero los de Claudio tiraron de oficio para ganar por quinta vez consecutiva ante el Betis B en Sevilla.
El encuentro empezó de maravilla. Aún estaban los aficionados llegando al Benito Villamarín cuando Machado se sacó una chilena dentro del área bética ante la que nada pudo hacer Montoya. Después vendrían quince minutos cómodos para los amarillos. Hasta ahí, lo mejor de la primera parte para un Cádiz que sufrió demasiado ante un muy buen rival.
Los de Merino presionaban, robaban y llegaban arriba con mucha claridad. A punto estuvieron de irse al descanso con un gol. Carlos García, de un zapatazo desde su casa, hizo temblar los cimientos de la portería de Aulestia. El balón se fue a la cruceta. Fue la mejor ocasión de un Betis B que sí mereció mejor suerte ante del descanso.
Tras la reanudación. Los de Barragán vivieron los mejores minutos del partido. El Cádiz quería acabar la partida por la vía rápida. Jona en dos ocasiones, a punto estuvo de perforar la portería de Montoya pero sus disparos se encontraron con el portero verdiblanco.  Pero a un goleador como Jona no le puedes poner tres veces el pastel en la bandeja. A la tercera, el hispano-hondureño cerró una buena contra cadista para poner el 0-2.
A partir de ahí el partido entró en una fase peligrosa para los de Barragán. Aunque ni mucho menos sentían la presión bética de la primera mitad, un gol volvía a meter a los de Merino en el partido. Pero los chavales del Betis B nunca volvieron al partido. Las buenas intenciones se la dejaron en la primera mitad. El Cádiz no volvió a sentir la presión verdiblanca. El partido se fue diluyendo hasta su final. Victoria justa de los de Barragán que ya esperan el pichazo del UCAM.