Se impuso la calidad

Costó mucho trabajo, quizás más por fallos propios que por méritos del rival, pero el Cádiz pudo doblegar con sufrimiento al Melilla. Se falló lo infallable, pero como dice el dicho, tanto fue el cántaro a la fuente... que se acabó rompiendo a favor de los locales.

El once titular era el esperado. Con el regreso de Fran Machado y Servando, la apuesta de Claudio volvía a ser con Jona y Airam en punta de ataque. En el Melilla no habia novedades, y tanto Sufián como David Sánchez, que habían estado tocados durante la semana, fueron alineados por Fernando Currás.
Los melillenses intentaron llevar el control del balón desde el inicio, algo que favoreció a lo locales que encontraron por banda izquierda la manera de hacer peligro. La más clara con un centro de Jona, que ante el fallo del defensor, Villar tiró pegado al palo. Al cuarto de hora llegaría la polémica, primero con un gol fantasma de Jona y más tarde con unas manos de David Sánchez que no señaló el colegiado. El juego pasó a desarrollarse en el centro del campo, con disputas continuas y poca profundidad. A balón parado ni Airam para los amarillos ni David Sánchez para los azulinos tuvieron acierto. A falta de cinco minutos, de nuevo Jona se la puso a Villar, pero la defensa despejó a córner cuando se esperaba el gol. La polémica iba a volver a aparecer con dos presuntas manos de David Sánchez y Guille Roldán, que no fueron vistas por el colegiado. Hasta el descanso, la peor noticia fue la lesión de Garrido que tuvo que ser sustituido por Nacho Navarrete.
Salió a por la victoria el Cádiz en la segunda parte. Los delanteros comenzaron a acumular ocasiones claras sin fortuna. Tas una acción de manolo que sacó la defensa, comenzó el recital de Villar, Jona y Airam. Ambos tuvieron una clara para abrir en el marcador, los dos últimos con una vaselina con el portero ya superado, y el canario tras una diagonal que falló solo ante Álvaro. En el campo ya estaban Chota por los melillenses y Kike Márquez que sustituyó a Fran Machado.
Con un asedio total sobre la portería melillense, se entró en el último cuarto de hora sin goles. Navarrete se sumó al festival de ocasiones con un lanzamiento frontal que se marchó pegado al palo. Parecía que era imposible perforar el arco rival, hasta que una internada de Villar acabó con un claro penalti de Mahanan. Jona tomó la responsabilidad y consiguió poner el 1-0 en el marcador.
Tocaba sufrir porque el Melilla se fue arriba y a los amarillos le quemaba el balón. Los papeles se cambiaron y fue el Cádiz el que pasó a querer perder tiemo en cada acción, y pecando de individualismo en las acciones a la contra. En el minuto 90 Mahanan veía la segunda amarilla y era expulsado en una falta en la frontal sobre Kike Márquez. El propio jugador sanluqueño se sacaba un derechazo que metía en la escuadra para poner el 2-0 definitivo. Sufrimiento pero victoria.