Victoria sufrida pero de mucho valor en Linares

El Cádiz se llevó los tres puntos en su visita al Linares en un partido en el que supo adelantarse y aguantar después. En algunos momentos se vio asediado, pero en líneas generales le bastó con estar ordenado y concentrado para terminar ganando.

En los primeros minutos el Linares empezó con ímpetu, queriendo llevar la iniciativa. Claudio había apostado por un once con novedades. Aridane era titular en el centro de la zaga y Pávez jugaba en el lateral zurdo. En la mediapunta estaba Lolo Pla, jugando por detrás de Güiza.
Con el paso de los minutos fue el Cádiz quien empezó a poner el dominio. No creaba ocasiones, pero sí llegaba a balón parado y así se produjo el 0-1. En una falta lanzada por Abel Gómez, Josete cabeceó en el segundo palo, el remate de Aridane lo salvó bajo los palos un defensa local y después de tocar la pelota Garrido en el rechace, Álvaro García marcó sin oposición.
El partido era duro, con muchas interrupciones y el Cádiz había hecho lo más complicado. Ahora había que mantener la ventaja e incrementarla, pero el rival se lanzó por el empate. Fran Carles ponía cierto peligro con sus disparos desde fuera del área.
El conjunto amarillo, que en este caso vestía de burdeos, estaba bien plantado y ordenado. Aguantaba bien el acoso de los locales y destacaba la seguridad de Aridane, que en esta ocasión no se complicaba la vida con pases peligrosos. A la media hora era de nuevo Fran Carles el que creaba peligro, con otro disparo que salía fuera por muy poco.
Sólo faltaba que el Cádiz pusiera algo de calma al juego, que consiguiera parar el ritmo de un partido que se había revolucionado por el empeño del Linares de lograr el empate. Payán y Ferrón creaban peligro a la zaga cadista y en los últimos minutos del primer periodo parecía más cercano el 1-1 que el 0-2.
En el inicio de la segunda parte se veía un Cádiz demasiado metido atrás. Pávez no era capaz de contener a Corpas, que entraba como quería por su banda. Era excesivo el dominio local y muy escasas las ocasiones en las que el balón estaba en posesión de los cadistas.
Para remediar esta situación Claudio daba entrada a Fran Machado en el minuto 60, en lugar de un desdibujado Salvi, cuya aportación ha sido escasa en los dos últimos partidos. El Cádiz sufría mucho en esos momentos, demasiado. Difícil de entender para los que piensan que el Cádiz debe mostrar su supuesta superioridad en todos los campos.
Cuando faltaban 20 minutos para el final, el equipo de Claudio dio un paso adelante y se quitó de encima el agobio del dominio del Linares. Por el buen hacer de los cadistas o por el cansancio, que hacía mella en los locales, ya el balón le duraba más al Cádiz, que incluso llegaba al área del rival en alguna ocasión. Un consuelo en un partido donde lo estaba pasando excesivamente mal.
En los últimos minutos no pasaron muchas cosas. El juego se desarrolló lejos de las inmediaciones de Alberto Cifuentes, que sólo tuvo que emplearse para detener un lanzamiento muy centrado de Lara. El Cádiz había conseguido lo que se le pedía: matar el partido. Pudo hacer Garrido el 0-2 con un buen disparo, ya en la prolongación, pero Sánchez lo evitó. Fue lo último de un partido que sólo deja tres puntos, que no es poco.