El año más bonito de Cervera

Este 2016 quedará grabado en la memoria de todos los aficionados del Cádiz CF, pero si hay alguien del equipo que guardará de manera especial, ese es Álvaro Cervera. El entrenador, que llegó a falta de cuatro partidos para que finalizara a competición regular, logró lo que parecía casi imposible teniendo en cuenta la trayectoria del equipo amarillo en la 2015-2016.

En el brindis navideño de este miércoles, Cervera ha querido "desear unas felices navidades y una feliz entrada de año" y espera "que sea tan bueno en su conjunto como ha sido este para todos los cadistas y el Cádiz. Que seamos felices tanto dentro como fuera del campo. Que nos vaya la vida tan bien como nos va ahora".
Cervera reconoce que "en 2016 me ha cambiado la vida un poquito. Fue una apuesta arriesgada, pero salió bien y para mí y para mi familia ha sido muy bueno. Sin el partido del ascenso en el Rico Pérez, es lo que da pie a todo lo demás. Yo ya había ascendido alguna vez, pero ascender con el Cádiz es completamente diferente. Y todo lo que está ocurriendo desde entonces, que está siendo bueno y poder vivir la parte buena del fútbol en una ciudad como Cádiz, que no hay mucha gente que lo pueda decir".
El nerviosismo antes de disputar el último partido en la categoría de bronce era mucho, ya que recuerda que antes de salir al campo, "estábamos tomando un café y alguien se atragantó y se le cayó el café y todos pensamos "normal, con la que estamos pasando, que se te caiga el café". Fue "un día nervioso, nos jugábamos mucho todos y había mucho detrás que sacar adelante. Un partido muy tenso en el banquillo, en cualquier momento se podía girar. Estábamos enfrente de la grada amarilla...y eso no se puede explicar. Si me das tiempo y folios quizá podría y tampoco estoy seguro. Fue un día muy bonito, que todos recordaremos siempre".
El entrenador ha aprendido mucho desde su llegada a la 'Tacita de Plata', pues "en el banquillo del Cádiz te das cuenta de lo que es Cádiz, y lo que es el fútbol para Cádiz y para el Cádiz. Tengo la suerte de que casi todo lo que me pasa a mí es bueno, tal y como están los banquillos hoy en día. Te da para darte cuenta de dónde has estado y dónde estás. He estado en muy buenos equipos con muy buena gente, pero Cádiz traspasa lo que es meramente futbolístico. Aunque echo de menos la tranquilidad. Luis Enrique dice que "el fútbol tiene su parte amarga", y estoy de acuerdo. Tiene sus partes tristes, aunque si no las tuviera las echarías de menos. Tienes que vivir esa angustia de todos los domingos".