Perea se pierde casi la mitad de los partidos del Cádiz
Alberto Perea no podrá jugar en esta jornada. Para desgracia del cadismo, se trata de un hecho muy repetido desde la llegada del jugador albaceteño, en el que hay depositadas muchas esperanzas pero que no termina de explotar por los continuos problemas físicos que ha sufrido siendo jugador del Cádiz CF.
Los números dicen que en el pasado campeonato liguero intervino en 22 de los 42 encuentros disputados por el cuadro amarillo y en esta temporada sólo ha jugado en cuatro de los ocho. No siempre ha sido baja por lesión, ya que en alguna ocasión se ha debido a la decisión de Álvaro Cervera, pero en la mayor parte de las ocasiones se trata de una consecuencia de lo primero.
Fue un jugador fichado por Juan Carlos Cordero con la intención de ser el complemento a ese Cádiz que se basaba en la velocidad tras la recuperación. Era el jugador que debía enriquecer el juego del equipo con su pausa, su calidad, su último pase y su buen disparo. Y esas virtudes se han visto en varias ocasiones, pero no con la continuidad deseada.
La pasada campaña estuvo marcada por la operación de apendicitis que sufrió durante la pretemporada y que le impidió debutar hasta la jornada séptima del campeonato, en el nefasto partido jugado en Lorca (3-0). Con el paso de las jornadas se fue haciendo un jugador importante para Cervera y son recordados sus golazos al Oviedo y al Tenerife, pero también queda para la memoria la imagen de Perea en el suelo y lesionado en el encuentro fundamental de Granada. La mala suerte no lo dejaba en paz.
El cuento de nunca acabar
En la nueva campaña ha firmado algunos de los mejores minutos de juego del equipo. En Albacete hizo un gran partido y llevó el peso del ataque, como también sucedió en el partido ganado en Tenerife correspondiente a la Copa del Rey. En el partido liguero jugado en el Heliodoro Rodríguez López jugó sus últimos minutos hasta el momento y ya la pasada jornada fue baja ante el Nástic.
El cadismo espera que el infortunio deje de cruzarse en su camino, como sucede también en el caso de Dani Romera. Ambos están llamados a ser futbolistas determinantes en el Cádiz, pero por el momento no han podido demostrarlo.
