Sobró partido, faltó peligro
Sobró partido en Fuenlabrada. Esa es la conclusión que puede extraer el Cádiz CF de un partido marcado por la temprana expulsión de Rhyner. Los amarillos contemporizaron el partido todo lo que pudieron y no se amilanaron con diez jugadores. Sin embargo, los minutos finales pesaron y ahí se produjo la acción que dejó los tres puntos en casa y que genera la tercera derrota de los gaditanos esta temporada.
La primera parte fue propia de dos equipos ordenados, de los que se toman su tiempo para estudiar cómo salta el rival al verde. Entre tanto análisis, los minutos transcurrían y las ocasiones no llegaban. Y entonces llegó la acción fatídica. En el minuto 25, Rhyner cortaba un ataque rival y el árbitro le mostraba la tarjeta. Era la segunda. El Cádiz se quedaba con un hombre menos con más de una hora de partido por delante.
Lejos de volverse loco, Cervera reestructuró al equipo con lo que había, sin hacer cambios. El equipo no acusó la expulsión y el partido prosiguió por los mismos derroteros. Un lanzamiento lejano de Álex Fernández -tirado a banda ante la escasez de extremos- fue lo más peligroso de los amarillos en un primer tiempo en el que tampoco sufrió.
En el segundo acto el guión no cambió. El Cádiz no generaba peligro, mientras los de Mere, poco a poco, trataban de acercarse al área de Cifuentes, aunque sin dejar de trabajar en la retaguardia. Cervera dio entrada a Quezada y Querol en detrimento de Javi Navarro y el 'Choco' Lozano. Los amarillos no arriesgaban, algo que sí hizo el Fuenlabrada en los últimos compases al tener un hombre más.
Arriesgó y encontró el premio en la cabeza de Jeisson, que remató en el 79' al fondo de las mallas un centro lateral. De ahí al final poco sucedió. El Cádiz intentó arriesgar con lo poco que tenía y dio entrada a Perea por Espino en busca de profundidad. Sin embargo, la mala suerte se cebó con los de Cervera, que terminaron con nueve jugadores tras la lesión de José Mari. Esperemos que no se una a la extensa lista de la enfermería.
El Cádiz se marcha de Fuenlabrada con la tercera derrota de la temporada, con la sensación de que faltó mordiente en ataque, pero con la tranquilidad de que el equipo ha ganado crédito y puntos de sobra como para no acusar derrotas así.