Aspas destroza a un Cádiz desconocido

Perder en Vigo ante un Celta en racha era una posibilidad, pero la derrota del Cádiz ha dejado un mal sabor de boca. Cierto es que el resultado no refleja del todo lo visto en el campo por las ocasiones de unos y otros, pero deja mal cuerpo que el equipo se descomponga tanto en algunos partidos.

Caía mucho agua en Vigo y el Cádiz tuvo que empezar a nadar contra la corriente muy pronto. A los cinco minutos se adelantó el Celta con un gol de Nolito en una jugada muy mal defendida por el equipo amarillo. Dejaron recibir a Aspas dentro del área y el pase atrás del internacional lo convirtió en gol el sanluqueño con un disparo al primer palo.

El equipo tenía que mejorar mucho en defensa porque estaba a merced de los locales, pero en ataque daba señales de vida muy pronto. Alejo rozó el gol a los nueve minutos con un disparo con la zurda y, a renglón seguido, Negredo se encontró con el palo en un gran cabezazo después de una prolongación de Fali.

Era un partido demasiado abierto para el gusto de Cervera. Le bastaba con muy poco a los gallegos para llegar al área de Conan, aunque también quedaba claro que los celestes eran un equipo manifiestamente mejorable en defensa. Alejo tuvo otra ocasión en el minuto 23 después de un fallo de Aidoo, pero el disparo se le fue alto.

La reacción del Cádiz había sido buena, pero a la media hora recibió otro golpe. Un gran pase de Aspas a Santi Mina terminó en un penalti de Conan en una acción en la que Fali tampoco estuvo muy acertado. Aspas ponía el 2-0, con el consiguiente cabreo de Cervera por la facilidad con la que el Celta hacía daño a su equipo.

Con el marcador a favor, la calidad del Celta se imponía en la medular con una circulación rápida. El Cádiz aspiraba a marcar antes del descanso para tener alguna opción de puntuar. Estuvo a punto de hacerlo Perea con un gran remate a centro de Alejo, pero el balón no quería entrar.

El Cádiz merecía mucho más, pero lo que recibió fue una goleada. La pegada del Celta fue descomunal en el primer tiempo y los goles llegaron en cascada, con o sin méritos para ello. Un disparo de Fran Beltrán que tocó en Marcos Mauro fue el tercero y Brais Méndez hizo el cuarto antes del descanso en una pésima salida de Conan Ledesma.

La hecatombe era un hecho y el Cádiz tenía que jugar toda la segunda parte con esta desventaja. Tenía que intentar cortar la hemorragia para salir con dignidad de Balaídos. Cervera metía a Jairo y Pombo con la idea de acabar la noche con la cabeza alta antes de empezar a pensar en el partido del Getafe del próximo domingo.

El equipo no era capaz de crear ocasiones como en el primer tiempo y seguía sufriendo en defensa con cada contra de los celestes. Aspas mandó el balón al palo en el minuto 60 en una de ellas. Estaba más cerca el quinto que el primero de los cadistas.

La segunda parte estaba siendo decepcionante porque no era capaz de acortar distancias y seguía dando muchas facilidad en defensa. No había la tensión habitual y eso ante un rival con esta calidad se pagaba muy caro. A Aspas se le anuló el quinto en el minuto 63 por fuera de juego.

El tiempo pasaba muy lento, era un mal rato aunque no tenía consecuencias clasificatorias por la gran temporada del equipo. Por suerte, la hemorragia se había cerrado. Iza pudo hacer el tanto del honor en el minuto 81, pero Rubén Blanco lo impidió con una gran intervención. Una noche para olvidar que no empaña el gran momento del Cádiz.