Las rotaciones desfiguran al Cádiz

Álvaro Cervera dijo durante la semana que las rotaciones nunca le habían salido bien, pero arriesgó con muchos cambios en Vallecas y casi todo salió mal. Se fue perdiendo al descanso y cuando metió en el campo el arsenal ofensivo, ya el Cádiz CF estaba muy roto.

El equipo planteaba un partido con un centro del campo poblado con Jonsson, Alarcón y Bastida. El objetivo era impedir que el balón llegara a gente desequilibrante como Isi, Trejo, Álvaro García o Falcao.

Pero todo saltó por los aires a los ocho minutos, cuando Álvaro García marcó a puerta vacía después de una jornada muy mal defendida por los amarillos. Cala salió algo precipitado a la entrada de Trejo y Akapo estuvo lento en el rechace de Ledesma a un disparo cercano de Falcao.

Había que esperar algo más de los cadistas, que seguían demasiado contemplativos y dándole el balón al equipo de Iraola. El once puesto en liza por Cervera no parecía tener mucha capacidad de creación y evidenciaba problemas para recuperar el balón y aspirar a igualar el marcador.

En Vigo fue el balón parado el que le dio la posibilidad de sumar tres puntos y era la gran esperanza del Cádiz. Alarcón estuvo a punto de sorprender con una falta lateral que se fue envenenando. Bastida siempre se ofrecía y distribuía el balón de primeras para darle algo de fluidez al juego gaditano.

Y fue el balón parado el que le permitió empatar a los 22 minutos. Una falta lanzada por Alarcón fue cabeceada por Jonsson y Haroyan marcó en el segundo palo. La jugada fue analizada por el VAR y fue validado después de que fuera anulado en un primer momento.

El equipo se había entonado y era capaz de hilvanar el juego con un criterio que no aparecía en los primeros compases. Pero seguía teniendo problemas en defensa para contener al rival en el costado de Espino, donde Isi hacía mucho daño.

En los últimos minutos del primer tiempo volvió el sufrimiento y el acoso de los locales, que llegaban con demasiada facilidad al área de Ledesma. Y por esa banda llegó el segundo en otra buena triangulación con Balliu rematada por Falcao en el primer palo.

El equipo no podía repetir los errores defensivos en la segunda mitad, pero tras reanudarse el juego todo parecía igual. Cada balón al área de Ledesma era con peligro y el argentino se lució para evitar el gol de Isi, que remató con demasiada facilidad una falta en el minuto 54.

Cervera veía al equipo con muchos problemas y hacía cambios ofensivos, pero no daba resultado. Tampoco había suerte porque Espino mandó el balón al palo con un sorprendente remate de cabeza en el minuto 75. Juntaba el técnico sobre la hierba a Perea, Lozano, Negredo, Sobrino y Álvaro Jiménez.

Cala y Haroyan tuvieron cabezazos claros para lograr el empate cuando todavía queda un cuarto de hora. El Cádiz en esos momentos era un equipo muy ofensivo, alejado de su idea inicial, pero no quedaba otro para sacar algo de Vallecas.

Tener tanta gente arriba hizo que el equipo se precipitara con demasiados balones en largo, cuando contaba en el campo con jugadores como Sobrino o Perea para llevar el balón al área con criterio.

Lo que llegó fue el tercer gol de los locales en una genialidad de Isi Palazón, una pesadilla para el equipo amarillo. Un Cádiz irreconocible se libró de una derrota todavía más dolorosa y hay que esperar que contra el Valencia se vea algo muy diferente.