Un Cádiz-Mallorca lleno de polémica arbitral: así fue la expulsión perdonada a Iza
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Punto para creer en un equipo muy vivo
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Las notas de los jugadores del Cádiz ante el Mallorca: uno por uno
Corría el minuto 70 del partido entre el Cádiz CF y el RCD Mallorca, en la jornada 12 de LaLiga Santander, cuando Kang In Lee filtró un pase hacia Dani Rodríguez que le dejaba, junto a Ángel, prácticamente en un mano a mano con Conan Ledesma. Es entonces cuando apareció a ras de suelo Iza Carcelén para derribar al jugador mallorquinista. La decisión de Valentín Pizarro Gómez fue clara: tarjeta roja directa por cortar una ocasión manifiesta de gol. Sin embargo, el árbitro se llevó de repente el dedo a la oreja. Algo le estaban diciendo desde el VAR. Tras unos segundos, que parecieron horas, discutiendo con los asistentes de la sala VOR, el colegiado fue a revisar la jugada a su pantalla.
Los futbolistas del Mallorca protestaban la jugada, sin entender nada de lo que estaba ocurriendo. Jugadores de ambos conjuntos se agolpaban en la línea de fondo, intentando dilucidar qué estaba viendo Pizarro Gómez. Mientras, Iza se encogía de hombros. Sabía que había cometido una infracción que se castiga con la expulsión. Lo tenía asumido desde antes de cometerla. No obstante, pasaban los minutos y el árbitro seguía revisando. El Nuevo Mirandilla se impacientaba, los jugadores del Mallorca también.
Pizarro Gómez no ve dureza ni mala intención en la falta de Iza:
Entonces llega la realización televisiva y nos ofrece lo que estaba viendo el colegiado: un pisotón previo de Idrissu Baba a Pacha Espino. De haber señalado dicha falta, jamás habría existido la ocasión manifiesta de gol. Del mismo modo, el derribo de Iza a Dani Rodríguez no se interpretó como agresión ni se entendió que fuera con excesiva dureza.
Es por eso que Pizarro Gómez tomó una decisión: señalar la falta del mediocentro del Mallorca al uruguayo, que además castigó con tarjeta amarilla, y dejar sin efecto la tarjeta roja directa que había mostrado antes a Iza Carcelén. El VAR ayudó a que se impartiera justicia y, de paso, libró al lateral de una expulsión manifiesta.