Iván Alejo, un arma para creer en la salvación: su mejor momento en el Cádiz
La temporada de Iván Alejo ha tenido de todo. En pretemporada estaba más fuera que dentro y ahora viene de hacer una segunda parte en la que ha asombrado con su capacidad para el desborde en un momento de gran debilidad del Cádiz CF. Es, claramente, uno de los grandes argumentos del equipo amarillo para aspirar a la permanencia en los cinco partidos que restan.
Ahora se puede sentir titular. Y eso que Rubén Sobrino está cuajando sus mejores minutos desde que es jugador del Cádiz. Pero Alejo ha encontrado con Sergio González la confianza que nunca pareció sentir con Álvaro Cervera, que se decantaba por Salvi en esa posición.
Por eso el pasado verano planteó abiertamente su salida. En su primera campaña de amarillo, el año del ascenso, participó en 31 partidos y en 12 de ellos fue titular. En la segunda, ya en LaLiga Santander, casi siempre le tocó salir desde el banquillo y aspiraba a más.
El propio jugador vallisoletano ha reconocido públicamente que se equivocó en su forma de enfocar su marcha del equipo. Cervera lo castigó sin jugar hasta la jornada 8 y se empezó a ver que era un lujo prescindir de un jugador capaz de desequilibrar y de contagiar su entusiasmo a sus compañeros y al público.
El descenso en el rendimiento de Salvi coincidió con la eclosión de un jugador que, a sus 27 años, parece haber alcanzado su madurez. Después de años con altibajos en los que no sacaba del todo provecho a sus grandes condiciones, ahora todo ha cambiado. Sabe que tiene que defender como el primero y está centrado en ayudar al equipo, sin entrar en guerras particulares.
Incluso con un 0-3 en contra es capaz de tirar del carro desde su banda para hacer creer que no hay nada imposible. Y eso, sin dejar de dar la cara y de reconocer que el equipo no afrontó el inicio del partido como debía. Con contrato en vigor hasta 2025 es un valor en alza de un equipo que no se va a rendir. Al puro estilo de Iván Alejo.