Dicen que nunca se rinde... el Cádiz
El Cádiz CF se trae de Sevilla un empate que vale mucho, aunque en algunos momento se pudo aspirar a algo más. Los de Sergio González se repusieron de un gol temprano. A base de fe consiguieron poner nervioso al estadio sevillista y se lleva un punto que le acerca un poco más su objetivo.
El inicio del partido era un monólogo del Sevilla, con una posesión apabullante. El Cádiz no esperaba en su área, pero le costaba mucho robar el balón y perseguía sombras. Había que sufrir, pero no era muy lógico que el Sevilla se pusiera por delante a balón parado. Un córner lanzado por Rakitic fue rematado por En-Nesyri de cabeza. Ni Ledesma ni Álex, en ese palo, pudieron evitar el tanto.
Sólo habían pasado siete minutos y había que replantear el plan inicial, con una propuesta más ambiciosa. El equipo daba muestras de nerviosismo y de estar algo perdido por encajar tan pronto, pero se empezó a animar dando un paso al frente y presionando arriba para robar.
El once alineado por Sergio estaba pensado para un partido de contención y haberse puesto perdiendo le hacía daño. Ni era capaz de llegar con peligro al área de Bono ni tampoco daba la sensación de estar muy seguro atrás.
José Mari sí tuvo una ocasión en el minuto 22 después de un saque de banda de Luis Hernández. Bono hizo una mala salida y el remate del roteño lo salvó Koundé cuando se colaba en la portería sevillista. También Fali pudo marcar a renglón seguido, pero su cabezazo a la salida de otro córner se le marchó desviado después de hacer un buen movimiento de desmarque para quedarse solo.
La mejor ocasión la tuvo Lucas Pérez, que realizó un fantástico remate tras un rechace de Koundé en el minuto 28, pero Bono firmó una parada espectacular. Ya en ese momento el Cádiz había reaccionado y estaba metiendo al Sevilla en su área.
El partido ya no se parecía en nada al de los primeros minutos. Todo estaba mucho más igualado y el Sevilla ya sólo llegaba tras algún robo en la medular. Ledesma tuvo que intervenir ante un buen disparo del Papu Gómez.
La segunda parte comenzó por los mismos derroteros. El Cádiz tenía mucha personalidad y llegaba con peligro al área hispalense, pero le faltaba la capacidad para marcar. El sevillismo pitaba a su equipo y notaban los nervios de un equipo que estaba sufriendo mucho.
El Cádiz tocaba el balón con mucho criterio, aunque eso le servía de poco en un momento de máxima necesidad clasificatoria. Pero no era justo ir perdiendo y el fútbol le dio una alegría al cadismo con una obra de arte de Lucas Pérez, que marcó de falta directa cuando quedaban 25 minutos.
El Sevilla había hecho cambios, pero no podía superar a un Cádiz que se veía capaz de todo en ese momento. Era un momento, con un cuarto de hora por delante, para decidir si el empate era bueno o si había que buscar algo más. Sergio quitaba a Jonsson, amonestado, y metía a Negredo.
En el tramo final el Sevilla tomó de nuevo la iniciativa y el Cádiz tuvo que retroceder. Los minutos de la prolongación fueron de agobio por el miedo a perder el preciado botín de un punto en un campo tan complicado.