Un exjugador del Cádiz se pone a los mandos del Elche de forma provisional
El Elche, rival directo del Cádiz, vuelve a cambiar de entrenador. Sergio Mantecón, exjugador del equipo gaditano, es el secretario técnico y entrenador interino del Elche CF. Afirmó este martes que el club va a aplazar las negociaciones con un nuevo preparador hasta después del partido ante el Girona y admitió que José Bordalás es una de las opciones que responde al perfil de lo que precisa el equipo.
El madrileño, en rueda de prensa, explicó que fue el propio Jorge Almirón, anterior entrenador, el que comentó al cuerpo técnico y al propietario, Christian Brabarnik, tras la derrota en Valladolid que la mejor opción para todos era que diera “un paso al lado”.
“Que yo esté aquí no es una buena señal. Cuando planificas la temporada no esperas que suceda, pero llevo mucho tiempo en el club y estoy para ayudar. Ser apagafuegos es mi trabajo”, comentó Mantecón, quien añadió que aplaza las conversaciones y negociaciones con un nuevo cuerpo técnico hasta después del partido de mañana ante el Girona.
“Entre ayer y hoy me ha sido imposible hablar por todo el volumen que lleva preparar un partido de Primera. Estoy centrado en el partido de Girona”, explicó Mantecón, quien admitió que le une una “gran relación personal” con Bordalás, del que fue jugador en equipos como Alicante, Hércules y Elche.
El Elche ya negocia por Bordalás
“Tiene un perfil importante para el Elche porque ha tenido rendimiento en la totalidad de clubes en los que ha estado. Sé que le tiene estima al club, pero no he hablado con él. ¿Si puede ser una opción? Hay que hablar con Christian (Bragarnik) y llegar a un acuerdo”, argumentó el madrileño.
“Pepe es una opción difícil, porque sale de un nivel importante y puede que en su perspectiva deportiva pueda tener otras cosas. A partir de mañana veremos si puede ser una opción para nosotros”, apostilló.
El secretario técnico no cree que las palabras del propietario, tras el partido ante el Valladolid, en las que señaló en las redes sociales que “la actitud no se negocia” hayan podido sentar mal al vestuario.