Marcar un gol para el Cádiz es un imposible a día de hoy. Lleva más de 500 minutos sin cantar uno y así no hay manera de aspirar a la salvación. Desde que Alcaraz transformara un penalti ante el Valencia a los 20 minutos de partido allá por el 14 de enero, no ha vuelto a lograrlo. Se quedó a cero ante Alavés, Athletic, Villarreal, Betis y Osasuna.
Y es que, realmente, el Cádiz genera muy poco en cada partido. Son dos o tres ocasiones a lo sumo en cada choque y necesitaría mejorar mucho su efectividad. El ejemplo es lo que se ha visto en El Sadar, donde Fali y Chris Ramos han fallado oportunidades muy claras. Así no hay manera.
Mauricio Pellegrino ha confiado el ataque a Chris Ramos, Sobrino y Juanmi desde su llegada, con la aparición puntual de Guardiola y Maxi Gómez. NInguno ha sido capaz de anotar, en buena medida porque el equipo no es capaz de plantarse en el área rival con muchas opciones.
Se jugaba la vida en Pamplona y no ha sido capaz de lanzar a portería en la segunda mitad, algo que es muy indicativo. La última vez que ganó un partido fue capaz de hacerle tres tantos al Villarreal, algo que se ve muy lejano en este momento. Mejorar eso es el primer paso para aspirar a algo.