María, salvada del desahucio por el Cádiz, y una casa que ya es emblema: “Ahora me haré abonada”
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El Cádiz ha optado por no tener protagonismo en este asunto y no colgarse ninguna medalla
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La noticia ha provocado el orgullo del cadismo por la sensibilidad de su club
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El Cádiz es un símbolo de la ciudad, más allá de la polémica del cambio del nombre del estadio
María Muñoz ha vuelto a sonreír. Ha pasado muchas noches sin dormir pensando que tenía que abandonar la casa en la que ha vivido el último medio siglo y donde se han críado sus hijos. Gracias a la mediación del Cádiz ya no va a ser desahuciada y no puede sentirse más feliz ni más agradecida.
Cuando su esposo falleció no se completó el trámite para subrogar el contrato de alquiler de renta antigua y los dueños de la vivienda tenían la potestad de no prorrogar el contrato. La intención de los propietarios era convertir la casa de María en una vivienda turística. Una más en el centro de Cádiz, cada día más despoblado de gente de la ciudad.
Ha abierto las puertas de su casa a ElDesmarque de Mediaset para mostrar lo que siente en este momento. Una casa de vecinos de toda la vida que este viernes era todo alegría. "Ya se ha acabado la pesadilla. Me despertaba a las cuatro de la mañana pensando que me tenía que ir. Yo esto no me lo esperaba, pero gracias a mi hija se ha encontrado una solución. Ella me decía que yo no me iba a ir pero yo no me lo terminaba de creer".
El presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno, el vicepresidente Rafael Contreras y Pepe Mata, presidente de la Fundación, aparecieron en su casa para comunicarle que compraban su casa para dársela y que así terminara su sufrimiento. "Yo les llamo los tre Reyes Magos. Vinieron y me dijeron que ya la casa es para mí, que ya no me tengo que mover. Yo le dije al presidente que no lo cogía en brazos porque no tengo fuerzas y él me dijo que tenía que hacerle papas con chocos", dice entre risas. María le estará eternamente agradecida al Cádiz y dice que ahora se hará abonada. "No tengo más remedio", señala.
Eva, la hija de María, ha sido la que ha estado peleando en la sombra para encontrar una solución. "Han sido meses duros, pero me quedo con la ayuda que hemos tenido. Nos ha ayudado mucha gente porque es un caso que ha hecho unirse a gente que no tiene nada que ver políticamente. La unión hace la fuerza".
Un promotor de Cádz le ofreció una casa, pero no iba a estar terminada de manera inmediata. La fecha del 26 de junio era la del desahucio y Manolo Otero, amigo de la familia, ya estaba preparado para todo: "A lo de las viviendas turísticas hay que meterle mano porque está pasando en toda España. En el caso de que hubieran desahuciado a María, a mí y a otras personas nos habrían tenido que sacar esposados. Aquí no hubiera entrado nadie porque nos habríamos encadenado".
Fran López, a sus 21 años, también ha apoyado a María Muñoz. "Cádiz tiene que ser para los gaditanos y gaditanas. Ahora con la turistificación el acceso a la vivida está muy complicado y los jóvenes tenemos que luchar por nuestro presente y futuro. No podemos consentir que Cádiz sea la próxima Magaluf".