Pellegrino: "Para mí, jugar bien es tratar de sacarle el máximo a tu equipo"
Carlos Mateos Gil
Leganés (Madrid), 17 ene .- El 2019 ha comenzado con emociones fuertes para Mauricio Pellegrino (Córdoba, Argentina, 1971), entrenador del Leganés. Los suyos se han medido en una semana dos veces al Real Madrid en la Copa del Rey y una al Huesca, rival por la permanencia. Ahora visitan al Barcelona para arrancar la segunda vuelta de LaLiga Santander. EFE le entrevistó en exclusiva.
Pregunta: Acaba de cruzar el ecuador del curso, o el segundo cuarto según su forma de parcelar la temporada. ¿Qué siente?. ¿Se está cumpliendo lo que esperaba cuando llegó?
Respuesta: El inicio fue más difícil de lo que imaginé sobre todo a nivel de resultados. A nivel de rendimiento fuimos encontrando algunas cosas pero nunca dimos muestras de ser un equipo sólido y satisfactorio. Tengo la gran ilusión de que podamos mejorar la primera vuelta. Por la dificultad del primer cuarto, el ecuador nos da mucho optimismo.
P: Tuvo que armar un equipo casi desde cero, después de una larga etapa con el mismo técnico. ¿En qué momento entendió que había dado con la tecla y que empezaba a parecerse a lo que usted quería?
R: Siempre le digo a mis ayudantes cuando hablamos sobre esto que a veces los equipos se van armando solos porque la verdad está en el campo y no tanto en lo que yo creo. Para mí, es muy importante qué tienes delante, qué te pueden dar tus jugadores, cómo se sienten cómodos. No un momento en el que dices 'eureka', se va construyendo.
Hay jugadores que poco a poco van mejorando como en el caso de Óscar Rodríguez, que ha sido una aparición sorprendente en el equipo. Hemos cambiado la manera de jugar, a priori por un par de partidos y al final para quedarse. Pero tampoco estamos atados a algo. Un estilo y un modelo es algo vivo. En eso estamos.
P: Da la sensación de que han mejorado sus prestaciones cuando han pasado a jugar con cinco defensas aunque usted anteriormente siempre había sido partidario de poner cuatro, lo que demuestra adaptación. ¿Hoy en día puede triunfar un entrenador que impone su criterio sin contar con lo que tiene entre manos?
R: Sí, pueden triunfar muchos criterios. Eso sí, ningún criterio triunfa sin buenos jugadores. Existe el dilema de si jugar bien o jugar mal y se puede decir que de todos los equipos que han ganado con diferentes estilos ninguno lo ha hecho sin buenos jugadores. Los estilos triunfan con buenos jugadores dentro.
Para mí, jugar bien es tratar de sacarle el máximo a tu equipo y que en todo momento tenga respuestas para leer lo que sucede en el partido. Triunfar para mí es llegar al límite y el límite hay que empujarlo cada día, no terminar de crecer. Tenemos mucho por crecer.
P: ¿Le ha decepcionado alguno de los fichajes que hicieron en verano?
R: Decepcionado no es la palabra pero sí que algunos nos han salido mejor que otros. Yo por ejemplo hice mucha fuerza para que vinieran muchos jugadores que no nos han dado gran rendimiento. Pero es parte de nuestro ejercicio diario. También cuando uno tiene que fichar tanto como nosotros, el riesgo es muy alto.
P: Le pregunto por Lunin. ¿Se siente usted presionado desde fuera para que le saque de titular?
R: La verdad es que no. Siento que al club le someten a una presión más que a mí. El chico es un encanto, hablamos con él y está contento. Lo que pasa es que hoy con los jóvenes jugadores...
Yo cuando dirigía a chicos de catorce y quince años en el cadete del Valencia entre los que estaban Paco Alcácer, Juan Bernat o Rober Ibáñez; si no ponía a uno me llamaban los representantes para decirme que se lo llevaban. ¡Con catorce años!. Eso ya sucede hoy en el sistema, los sistemas están muy influenciados por el negocio. Eso es una parte con la que nos toca lidiar.
P: Casi un tercio de los futbolistas de su plantilla son sudamericanos. ¿Le agrada ver que cada vez están más abiertas las puertas a jugadores que, como usted en su día, vienen de allí?
R: El futbolista sudamericano es una oportunidad para el fútbol europeo por los costos, por los presupuestos. Oía el otro día en la radio que los argentinos somos la nacionalidad que más futbolistas ha aportado a LaLiga Santander en su historia. Creo que hay muchos chicos que son muy competentes y de los que nos podemos beneficiar.
P: ¿Cuál diría usted que es la principal característica como entrenador que aprendió de Van Gaal y cuál la que heredó de Benítez?
R: De Van Gaal aprendí que las reglas claras evitan muchos problemas. Y en un club tan grande como era el Barcelona en ese momento para mí eso fue un gran aprendizaje. Cuando pasaba algo estaba cosificado lo que había que hacer como en cualquier organización. Otra cosa que aprendí era su metodología de trabajo.
De Rafa Benítez lo que más admiro es su amor por la docencia, por enseñar los fundamentos del juego. Cuando uno aprende esas cosas, te quedan para toda la vida. Me considero un poco un formador que copia cosas de los demás y las transmite.
P: ¿Tiene también algo de Mourinho? Era miembro del cuerpo técnico cuando usted estaba en el Barcelona
R: No sé. Hay cosas de mí de Héctor Bentrón, de Hugo Tocalli... Los entrenadores siempre fueron personas que admiré mucho y quise ser como ellos porque a mí me influyeron mucho en mi infancia y en mi adolescencia.
P: ¿Cómo es la vida de un entrenador durante dos semanas en las que debe enfrentarse dos veces al Real Madrid, una al Barcelona y otra a un rival directo por la permanencia como es el Huesca?
R: A nivel organizativo cambia poco. A nivel motivacional creo que es más sencillo. Siempre he luchado contra ese cliché o prejuicio en torno a los equipos más pequeños que dice 'esta liga no es para nosotros'. Ese tipo de sesgos que tienen que ver un poco, creo, con la comodidad.
P: ¿A nivel personal esas semanas se notan en casa?
P: Puedes ser entrenador trabajando dos horas, cuatro, seis, ocho, diez... depende. Yo estoy aprendiendo a trabajar el tiempo que creo que estoy presente y que puedo hacer algo útil. Pero obviamente la cabeza la tengo todo el día pensando. Había una persona que decía que esta profesión es como si te secuestraran del mundo real pero trato de aprender que si uno pone toda su energía en el mundo profesional y deja el personal, el profesional se empieza a tambalear en un momento. Trato de equilibrar eso.