Un punto más cerca de Europa

Espanyol y Celta firmaron un justo empate que les deja muy cerca de lograr su objetivo final, la permanencia y la clasificación para la Europa League, respectivamente. El equipo vigués punta por primera vez en Cornellà y acumula seis jornadas seguidas sin perder, aunque perdió la oportunidad de meter presión al Athletic en la lucha por la quinta plaza.
Desde el pitido inicial, los celestes asumieron el mando del partido ante un rival que esperaba en su terreno de juego y de vez en cuando adelantaba la presión para forzar un error. Así llegó la primera oportunidad del choque. Abraham le robó la pelota en Marcelo Díaz en zona comprometida, pero falló ante Sergio, que le adivinó la intención. Ese susto no desanimó a los de Berizzo, que construían bien las jugadas desde atrás, aunque faltaba el último pase. Pablo Hernández entendió a la perfección su rol en la mediapunta y se hinchó a robar balones a los mediocentros periquitos. Una pena que los resbalones le frenasen.
La sensación de peligro se transformó en gol en la primera ocasión clara. Mediado el primer tiempo, un centro de Orellana lo toca Iago Aspas con el pie, cuando era más fácil hacerlo de cabeza, al fondo de la red. Remate ortodoxo y efectivo del delantero gallego. Del monólogo vigués se pasó al arreón del Espanyol, que despertó en cuanto se vio por detrás en el marcador. Primero Diop y después Hernán Pérez no acertaron en sus tiros tras dos notables jugadas colectivas. Fue a la tercera cuando llegó la vencida. En el minuto 38, Sergi Gómez despeja de cabeza un centro al área y el balón le cae a Marco Asensio, que controla con el pecho y arma un disparo con la pierna izquierda que entra pegado al poste.
Con tablas en el marcador, el segundo tiempo creció en ritmo y se convirtió en una ida y vuelta. El Celta tuvo la primera oportunidad en un cabezazo de Nolito a centro de Orellana que salió fuera por poco. La respuesta blanquiazul fue un potente centro de Rubén Duarte que Gerard Moreno no supo rematar en boca de gol. En la batalla de los banquillos, Galca fue el primero en mover ficha y dio entrada a Caicedo para jugar con dos delanteros.
Mucha ansiedad
El cansancio empezó a hacer mella con el paso de los minutos y Óscar Duarte dejó el encuentro por lesión. El equipo vigués volvió el recuperar el control, sin embargo le faltaba claridad cuando pisaba el borde del área. Con las fuerzas muy justas, el tramo final fue un intercambio de errores entre ambos equipos. Ni uno ni otro eran capaces de poner en problemas a los porteros, que tuvieron una plácida segunda mitad. Fue un quiero y no puedo.
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