Rubén Blanco, progresión estancada

A pesar de haber jugado más que en la temporada pasada, el esperado crecimiento de Rubén Blanco en el Celta sigue sin llegar. Nuestras puntuaciones a lo largo de las 38 jornadas de Liga han dictaminado al mosense un suspenso con un 4,4. La explicación de esta nota tiene varias causas.

Dos partidos en concreto lastran la campaña del guardameta. Por la sanción que arrastraba Sergio de la campaña anterior, Rubén Blanco partía con la ventaja de empezar la Liga como titular y no aprovechó su oportunidad. Se mostró muy inseguro en el inicio liguero contra el Levante, cometiendo varios fallos graves, uno de ellos le provocó una lesión en el hombro que le tuvo varios meses en el dique seco. 
Volvió en Copa del Rey y el mal momento de Sergio le devolvió a la titularidad en la jornada 16. Cumplió en un choque tranquilo contra el Granada, lo que le valió para mantener el puesto en el siguiente desplazamiento contra el Málaga. Sin embargo, esa noche en La Rosaleda fue horrorosa para el mosense. Dos salidas mal medidas costaron dos goles. Para rematar el 'vía crucis', cometió un penalti absurdo que le costó la expulsión. 
Esos errores no hicieron que Berizzo dejase de contar con él, sino todo lo contrario. Lo mantuvo como arquero titular en Copa y en la fatídica ida de semifinales contra el Sevilla, Rubén Blanco hizo su mejor partido de la temporada pese a encajar cuatro goles. Terminado el torneo copero, el técnico argentino le alternó en la titularidad con Sergio y el canterano demostró una versión más regular. Obviamente, con 20 años va a cometer fallos que se corregirán con el tiempo, pero para que su crecimiento no se detenga necesita continuidad, algo que parece tener complicado en el actual Celta. Su salida es probable este verano.
Estadísticas de la temporada: