Radoja, la segunda opción en el centro del campo

La segunda temporada de Nemanja Radoja en el Celta no ha sido la de su consagración definitiva en Primera División. El mediocentro estuvo lastrado por las lesiones en la primera vuelta y cuando alcanzó su mejor nivel físico no supo ganarse un hueco en el once.

La táctica 4-2-3-1 de Eduardo Berizzo no favorece al serbio, que parece no encontrar su sitio en este esquema. El técnico lo ve como un centrocampista de perfil defensivo, que se convierte en el tercer central cuando el rival juega con dos delanteros. Sin embargo, el jugador ha declarado en reiteradas ocasiones que prefiere actuar en una posición adelantada y con libertad para llegar al área contraria. Hasta el momento, los números y su rendimiento le dan la razón al míster.
En labores de contención, Radoja ha demostrado ser un jugador fiable. Tuvo un 72% de éxito en sus entradas y ganó el 58% de los duelos cuerpo a cuerpo. El serbio ha demostrado tener un gran sentido de la anticipación gracias a su concentración durante los encuentros. Es una garantía para frenar a rivales con un ataque poderoso.
En cambio, los problemas del joven centrocampista son con la pelota. A pesar de tener una conducción más que aseada, le falta fluidez con el balón. Arriesga poco en el pase y ejecuta con algo de lentitud. Estos defectos se demuestran en su porcentaje de pases largos: 50%, lejos del 81% de Marcelo Díaz. La competencia ha subido en el mediocampo y Radoja necesita dar un paso adelante para no quedarse relegado en la rotación de Berizzo.
Estadísticas de la temporada: